Luis Marquina, presidente de la Asociación de Almacenamiento de Baterías: “en dos años veremos proyectos con 100 megawatios hora”

  • “Al almacenamiento energético le faltan 18 meses para pulir su regulación”

  • “Dentro de cinco años no veremos renovables que no tengan un sistema de almacenamiento incorporado”

  • “Cuando se multipliquen las renovables instaladas por diez, entonces el almacenamiento será crítico”

En un segundo plano mediático siempre, el almacenamiento energético es como el transporte: lo importante es el producto, pero sin camiones este no llegaría a nada. Lo explica aún más gráficamente Luis Marquina, presidente de la Asociación Española de Baterías y Almacenamiento Energético (AEPIVAL), con el símil futbolístico del título. “El almacenamiento tiene un rango más técnico, que no va a calar a nivel popular”. Pero más allá considera que el desarrollo del sector va “más acompasado de lo que creemos” porque dice que “por ahora es momento de aprender”.

- Pregunta: ¿Es el almacenamiento con baterías la única posibilidad?

- Respuesta: No. Hay tres tecnologías. Una es la de almacenamiento por bombeo, que son las hídricas mediante saltos de aguas reversibles. Estas tienen una función que es la de ofrecer grandes volúmenes de almacenamiento pero tienen un índice de respuesta relativamente lento. El segundo son las termosolares que también son una fórmula de producir durante el día y almacenar para volcar por la noche pero a partir de sales fundidas. Y el tercero que es en el que nosotros nos focalizamos es el almacenamiento electroquímico, con diferentes soluciones de baterías. No todas están en el mismo estado ni se espera lo mismo de ellas.

- P: Entonces, ¿en qué momento se encuentra el almacenamiento en España?

- R: Tecnológicamente en un grado muy maduro, mucho más de lo que creemos. En segundo lugar, está pendiente de que haya una regulación que permita lanzarlo de una manera exponencialY a esto le quedan 18 meses según lo que estamos hablando con los reguladores. Regulatoriamente estamos al 60% y el 40% de incertidumbres hacen que todavía no arranque. Comercialmente estamos en una fase de una cierta inmadurez, sin economías de escala, no hay mucho almacenamiento. Esas economías permitirán que el paquete de energía renovable con almacenamiento tenga mucho sentido.

- P: ¿Qué tiene que pasar en esos 18 meses?

- R: Lo que va a pasar es que ese 40% de regulación que falta se va a cerrar. Se va a cerrar sobre todo en clarificación y definición de procesos administrativos, medioambientales y de toda la operativa de mercado.

- P: ¿Entonces esperamos alguna nueva ley?

- R: No, son modificaciones a leyes, órdenes ministeriales y a procedimientos de operación. Las grandes leyes y Reales Decretos ya están. Pero hay todo un corpus regulatorio que es necesario terminar de pulir. Hemos dado el brochazo gordo y ahora hay que ir al detalle. 

- P: ¿Y de qué tipo son esas incertidumbres regulatorias a las que aludía?

-R: De dos tipos. De cómo tramitar, es decir qué hay que hacer para tener un almacenamiento electroquímico y qué ingresos da. Es decir, cuál es el modelo de negocio que hay detrás del almacenamiento en cualquiera de sus configuraciones. Y esas configuraciones son dos: una hibridada con plantas de generación eólicas o fotovoltáicas y las llamadas “stand alone” es decir, baterías conectadas a la red por sí solas, cuya actividad es cargar y descargar de la red y prestarle servicios aportando estabilidad pero sin estar vinculadas a una planta de generación.

- P: ¿Vamos a parques híbridos?

- R: Absolutamente sí. Es la fórmula con la que los promotores se protegen del riesgo de precio de mercado. Cuando todo el mundo produce en horas solares, al haber más producción que demanda , el precio se desploma. ¿Qué hacer? Cargar las baterías y vender la energía en horas de más demanda y menos producción, a partir de las 8 de la tarde. Esa estrategia de poder aplanar las curvas de precios es lo que está haciendo que la mayoría de las plantas, sobre todo las fotovoltáicas, tengan almacenamiento. Es el futuro inmediato. 

- P: ¿Cuáles son los principales proyectos de almacenamiento a futuro?

- R: Desde nuestra asociación hablamos sólo de proyectos ligados al almacenamiento con baterías y por ahora los primeros proyectos son piloto para testar la tecnología y la robustez de su comportamiento en red. No puedo hacer mención a ningún proyecto en concreto pero no hay marcha atrás, dentro de cinco años no veremos proyectos de renovables sin sistema de almacenamiento incorporado, por tanto ahora es el momento de aprender. ¿Cómo aprendes con un proyecto de 100 millones o con uno de un millón? Pues con el de uno porque te sirve y a la siguiente se va a ir a proyectos de muchos megavatios y mucho dinero.

- P: ¿Cuándo podemos esperar que ya haya proyectos definitivos en marcha?

- R: El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y los últimos objetivos del Ministerio de Transición Ecológica, son tener conectados 600 megavatios a finales del 2026. Esos megavatios equivalen a cinco proyectos, con lo que ya hablamos de volúmenes muy importantes..

Para 2024-2026 ya comenzaremos a ver proyectos de almacenamiento muy importantes, en el entorno de los 100 megavatios hora.

- P: ¿No vamos algo retrasados con respecto a otros países?

- R: ¿Hay que montar una autopista para ir desde un pueblo a otro pueblo? A lo mejor con una carretera normal es suficiente. España tiene el mallado de red eléctrica mejor del mundo con diferencia. Hay pocas redes eléctricas tan consistentes, sólidas y bien construidas. Entonces las necesidades de almacenamiento en España no son las de Inglaterra. O las de EE.UU. y Australia, que son un desastre. Por pura geografía, en los dos últimos países tienen tendidos de red de miles de kilómetros y la red no es igual de robusta, así que la necesidad de almacenamiento es mucho mayor. En Inglaterra tienen pocos saltos de agua y mucha dependencia del gas y del eólico. Todo lo que es intermitente, necesita de las baterías para estabilizar la producción, de ahí que el Reino Unido haya arrancado el primero y con mucha fuerza. Pero, en la medida en la que en España se vayan instalando gigavatios, sobre todo de solar, el almacenamiento va a ser un elemento fundamental. Por tanto, ¿vamos más tarde? Sí, pero honestamente tampoco lo hemos necesitado. Tenemos una red muy buena de la que podemos presumir, red que hace de muro de contención a las inestabilidades del sistema generadas por la energía renovable que por ahora tenemos. Cuando las renovables se multipliquen por diez, el problema será otro y entonces el almacenamiento será crítico. Así que los ritmos de necesidad y regulatorios van bastante más acompasados de lo que creemos.

- P: Desde fuera del sector, la sensación es de que no se habla mucho del almacenamiento, aunque vaya a ser clave en nuestro bienestar energético.

- R: Lo importante es que se va a fichar a Messi, que va a jugar Messi, no las botas con las que va a jugar. El almacenamiento son las botas. No cabe un despliegue de renovables sin almacenamientopero el almacenamiento tiene un rango más técnico, que no va a calar a nivel popular. Como es más tecnológico no creo que vaya a estar en boca de todos. Por ejemplo, nadie habla de un cable de alta tensión y sin embargo es trascendental.

- P: ¿Qué valoración hacen del Perte de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (EHRA)?

- R: La primera licitación ha sido de 50 millones y el Ministerio está contento. Eso es que ha habido proyectos e interés. Si el Ministerio está contento, nosotros también, pero no lo terminamos de ver porque está muy enfocado a proyectos de I+D. En todo caso, la damos por buena. Lo que estamos es muy expectantes por la fase dos que es la de despliegue, que tiene que movilizar cerca de 500 millones de euros y que empezaría a principios del año que viene, el 2023. Ese sí que creemos que va a ser un bombazo para el despliegue de grandes proyectos de almacenamiento.

- P: ¿Va la Estrategia de Almacenamiento Energético hacia dónde deberíamos ir?

- R: La Estrategia de Almacenamiento que planteó el Ministerio de Transición Ecológica hace dos años es impecable. Pero implica modificaciones regulatorias muy sustanciosas como he dicho antes. Es lo que tiene cuando le das la vuelta como un calcetín a todo el modelo energético... Esto de que mañana tengas un vehículo eléctrico conectado a tu casa y a una solución de almacenamiento, es un cambio de paradigma. Pero la estrategia es impecable y se está cumpliendo bastante bien en sus principios fundamentales, aunque le queden esos 18 meses para cerrar el círculo regulatorio.

- P: Hoy tenemos unos 8,3 GW de almacenamiento y se proyecta que tengamos 20 GW de capacidad para 2030 y 30 GW para 2050. ¿Vamos a cumplir estas metas?

- R: La parte electroquímica, la de las baterías, sí. Ahora mismo el 100% del almacenamiento es básicamente de bombeo, de saltos de agua. Al almacenamiento con baterías le corresponden de esos 20 GW unos 5 GW y en España desde la parte electroquímica es perfectamente posible.Va a haber mucho crecimiento renovable que lo va a reclamar y vamos a estar preparados para hacerlo. El problema está en el almacenamiento hídrico, que tiene unos procesos de “permisología” de los proyectos que son incontrolables. Un proyecto de un salto de agua no se hace en menos de seis-siete años, con un proceso prolongado de conseguir los permisos y las licencias. Y existe cierto grado de incertidumbre sobre si al final se van a conseguir los permisos o no.

-P: Vamos a un sistema de almacenamiento energético muy distribuido, donde el usuario va a ser también productor haciendo que todo se atomice. ¿No puede haber problemas?

-R: No. Es una gran oportunidad. La energía distribuida permite que la producción esté mucho más cerca de su lugar de consumo y por tanto sea mucho más eficiente. Se ahorra mucho en coste y se eliminan pérdidas. La gestión de todos los centros de producción hoy en día no tiene ningún secreto y está perfectamente optimizada. Pero aún más, viene un proceso de digitalización que va a ser clave.

- P: ¿Qué papel van a tener las baterías de segunda vida?

- R: Importantísimo, igual que la economía circular. Tenemos en España una gran oportunidad, con buenas empresas que están desarrollando producto nuevo a partir de producto reciclado. Y es crítico que seamos capaces de recuperar las materias primas de las baterías para devolverlas al circuito de producción. Va a ser fundamental, sobre todo pensando desde la geopolítica donde las materias primas van a ser un elemento tan crítico. Hay una gran oportunidad industrial especialmente en España donde tenemos un gran conocimiento tecnológico, grandes profesionales y empresas. Tenemos la oportunidad real de consolidar un gran tejido industrial en los próximos 10 años, que sea muy competitivo y que nos haga menos dependientes del mundo asiático.

- P: ¿Qué nos haría falta? ¿inversiones?

- R: Básicamente proteger a la industria europea. Y esto no significa ir en contra de la industria asiática, sino proteger a la nuestra. Hay mil fórmulas para hacerlo. Hay que crear un ecosistema en el que la industria europea compita en igualdad de condiciones con la asiática, entonces fomentaremos que haya una industria que vaya creciendo. Si la abandonamos al libre mercado, donde el precio es el único elemento en consideración, pasará lo de siempre, iremos aniquilando nuestra industria y nos haremos más dependientes de la asiática. Y no se trata de poner aranceles, sino de crear ecosistemas competitivos. Por ejemplo, que existan bonificaciones fiscales o que en los proyectos de licitación pública haya una bonificación de los productos europeos frente a otros. Y hay que educar también al inversor final, que habla mucho de incentivar la industria local y luego por un céntimo mira a Shanghai. Hay que involucrar cada vez a más agentes de la cadena de valor y alinearnos todos en la misma dirección.

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