Javier Revuelta, experto en energía: “El coche eléctrico resuelve más problemas de los que crea”

  • ”Funciona, es positivo y forma parte de la solución energética y climática; hay que avanzar en esa dirección”

  • “Tras 30 años montándose, eólica y solar sólo son el 12% de la electricidad del mundo; cerrar nucleares es mala decisión”

  • "En Europa emitimos unas 10 toneladas por persona y año; la meta es reducir la huella de carbono personal a dos”

La energía es, más que nunca, el sector clave del mundo. Energía es igual a vida y, de cómo seamos capaces de resolver los problemas energéticos de hoy dependerá la sociedad mundial del mañana. “Ahora mismo estamos en máximos de consumo de todas las energías” nos aclara sobre la transición energética Javier Revuelta, senior principal de la consultora AFRY en España. Es uno de uno de los expertos en energía que mejor nos sitúan en el tablero de juego actual en el sector de la energía.

Pregunta: Desde la petrolera Exxon Mobile acaban de decir que no vamos a alcanzar los objetivos climáticos en 2050. ¿En qué punto de la transición energética nos encontramos?

Respuesta: Tenemos la idea de que ha habido una transición de la madera al carbón y de este al gas y al petróleo y que transitamos de estos a las renovables. Pero en realidad estamos en consumos máximos de todos los recursos. Y tenemos que contar con que unas fuentes de energía sirven para poder poner en marcha y desarrollar otras. Por ejemplo, es necesario mucho carbón para obtener el hierro y el acero con el que se fabrican los coches, los molinos eólicos o las placas solares. La relación es 1:1, es decir, se necesita una tonelada de carbón para obtener una tonelada de hierro (usado en la reducción de la mena al metal).

P: ¿Está de acuerdo con el análisis de la petrolera?

R: Sí, y le diré más, no podemos dejar de realizar prospecciones petrolíferas ni de producirlo.

P: ¿Por qué?

R: Porque hay una relación directa 1:1 del PIB mundial con la producción de petróleo. No podemos reducir la producción a menos que no estemos dispuestos a reducir nuestra economía en la misma escala. El PIB, en líneas generales, son máquinas haciendo trabajo para nosotros. Esas máquinas y cualquier servicio en que se piense, llevan petróleo en casi todo su ciclo de vida. Por tanto, menos petróleo implica menos PIB.

P: ¿En el transporte también se da esa relación directa 1:1 de la producción de petróleo?

R: Debe estar muy cerca. Todo necesita materias primas, energía para su producción, transporte, consumo energético que sostenga el servicio en marcha... Si por lo que fuera un año un país productor dejase de sacar un 2% del petróleo en un año, ese año el PIB mundial caería un 2%. Es por la enorme interdependencia en el comercio mundial. Si en algún sitio falta petróleo que sirve para producir algo, a partir de ahí se da el efecto cascada en la economía de otros países.

P: ¿Qué nos podría ayudar a nivel tecnológico?

R: La mayoría de las personas creen que la transición energética va de tecnología. Pero en realidad reducir emisiones en el mundo, pasa mucho más por reducción de la demanda y hacer cambios sociales, que por tecnología. Si piensas yo me compro un eléctrico que emite menos y mantengo mi vida igual, pues resulta que ese coche pesa 400 kilos más, tiene más minería de inicio -es decir, más petróleo en la producción- la propia electricidad que consume no es toda renovable, construir paneles solares y molinos de viento requiere petróleo y metal...

P: ¿Entonces el eléctrico es una solución muy parcial?

R: No. El coche eléctrico en cuanto a la reducción de emisiones funciona, es positivo, es necesario y forma parte de la solución. Hay que promoverlo y avanzar en esa dirección. Aunque tenga retos, está claro que resuelve más problemas de los que crea.

P: La idea es reducir el consumo de hidrocarburos, pero ¿se logra con el eléctrico?

R: Una cifra interesante es que por cada millón de vehículos eléctricos se va a incrementar el consumo eléctrico del país un 1%. Con dos millones de eléctricos -que ya sería un logro- el consumo se elevaría a un 2%. Esto nos permitiría aumentar el consumo de la energía solar. Es mejor consumir renovables que consumir petróleo. Pero ¿qué rol va a jugar de aquí a 2030? Pues va a contribuir a la descarbonización, pero su importancia va a ser sólo relativa porque claro va a quedar un importante parque de vehículos térmicos.

P: ¿Cómo se ve desde AFRY el desarrollo del coche eléctrico en España?

R: Ahora la cuota de ventas de eléctricos está en el entorno del 10%. Si volvemos a la cifra del millón de vehículos vendidos al año -que supuestamente es nuestro mercado promedio “natural”- , por cálculo matemático se venderían entonces unos 100.000 eléctricos este año, que se sumarían al parque de unos 400.000 existentes. Y con 100.000 al año ¿qué parque de eléctricos tendremos en 2030? Siendo optimistas podríamos estar en 1,5-2 millones... El objetivo del Gobierno (aumentado recientemente en el Plan Nacional de Energía y Clima) es de 5,5 millones. Sería bueno acelerar sus ventas, y para ello un punto destacado son los puntos de recarga públicos.

P: ¿Estamos abocados a encontrar una nueva fuente de energía, tipo el helio 3 que se está buscando en estos días en la cara oculta de la luna, aunque suene a ciencia ficción?

R: No podemos confiar en una tecnología salvadora. Y si lo hacemos, el “mundo” de la energía tiene mucho más en mente la energía nuclear de fusión por delante de todas las demás. Pero vamos hacia una combinación de elementos.

P: Entonces, ¿podemos confiar en la fusión?

R: Tampoco. La fusión nuclear no va a arreglar nada. Primero porque posiblemente tarde 40 o 50 años en ser económicamente viable. Hay un chiste que dice que esos 40 o 50 años son una constante universal. Le quedan décadas para que haya listo un reactor experimental, otros 15 o 20 años para un reactor demostrador y cuando el de demostración ya tiene escala comercial te vas a los años 2060/70 al menos.

P: ¿Existen otras energías que podamos explotar?

R: Una es el hidrógeno, pero plantea muchos retos. Si se fabrica con renovables -hidrógeno verde- el coste es superior entre tres y cuatro veces superior al del gris, que es el que se obtiene a partir del metano. Pero se empieza a hablar del hidrógeno blanco, que procedería de depósitos existentes en el subsuelo, en yacimientos similares a los del petróleo. Otra podría ser la geotermia que ya existe y hay quien empieza a pensar en taladrar a gran profundidad para obtener energía del subsuelo.

P: Me da la sensación de que se inclina hacia la teoría del decrecimiento económico.

R: Cada vez soy más partidario de que encontremos maneras de reducir el consumo de energía como sociedad. Pienso que al menos una de las contribuciones más importantes sería tratar de reducir el consumo en cosas como viajar menos lejos. Simplemente se trata de convencer a la gente de que coja un tren para pasar las vacaciones. Esa sociedad que consuma menos debe aunar la suma de muchos cambios, no sólo tecnológicos, que deben ser planificados. Estamos metidos en la droga del petróleo y tardaremos muchos años en salir. Es mejor hacerlo de forma organizada y paulatina combinando tecnología y cambios de hábitos, que de manera desorganizada.

P: Pero aquí se choca con la resistencia al cambio, con que nadie quiere ralentizar su modo de vida y con lo difícil que puede ser mover a toda una población. Los cambios que usted está llamando planificados al final derivan en una imposición...

R: Si tratamos de reciclar y de no tirar cosas al suelo no es porque nadie lo ordene -aunque haya multas- sino porque nos han hecho reflexionar sobre cuál es el comportamiento correcto y bueno para el planeta. Lo hacemos porque es un deber moral hacerlo. Este concepto también sirve para el CO2 y está relacionado con no contribuir a generar emisiones que no son necesarias. Las personas comienzan a pensar que no es que tenga que haber un político que nos diga lo que hay que hacer, nos mueva o nos obligue. Muchos científicos, filósofos, sociólogos etc están reflexionando y llevan a las personas a pensar que la clave somos nosotros, el comportamiento individual dentro del conjunto de la sociedad. En Europa tenemos unas emisiones de unas 10 toneladas por persona y año, y el objetivo es llegar a dos toneladas. En Francia todos los estudiantes conocen ya este concepto de las “dos toneladas”, de reducir la huella de carbono personal a esa cantidad. Aquí es un concepto desconocido.

P: Afirma usted que tras décadas de subvenciones, la eólica y solar aportan 12% de la electricidad mundial, a su vez 1/4 de la energía final luego éstas aportan hoy cerca de un 3% de la energía que mueve el PIB.

R: Efectivamente y llevamos 30 años montando instalaciones. Con la hidráulica y biomasa las renovables alcanzarían un 8 o 9 por ciento a nivel mundial aproximadamente. Pero que eólica y solar produzcan el 12% de la electricidad del mundo... En España es más, pero para las emisiones globales tenemos que tener en cuenta las renovables mundiales. Por ejemplo, en EE.UU. la fuente energética número uno es el carbón incluso por encima de la nuclear. Y en China ni le cuento.

P: ¿Se podrá llegar a tener una contribución más razonable que el 12%?

R: En España el objetivo para 2030 es llegar al 80% del mix eléctrico, de los que el 70% serían eólica, solar y algo de biomasa y el 10% de hidráulica. A su vez el mix eléctrico sólo es la cuarta parte de la energía consumida tanto el mundo como en Europa como en España. Esa cuarta parte irá creciendo gracias en buena parte a la electrificación del transporte y al sector calor y frío que harán que se deje de consumir combustibles líquidos y gas para consumir electricidad. Pero aún si el 100% de la electricidad procediese de renovables, se seguirían dando el 75% de las emisiones porque el 75% de la energía consumida sería del petróleo, carbón, gas...

P: ¿En qué punto nos encontramos en España?

R: El porcentaje de renovables que tenemos sobre nuestro mix energético es de entre el 21% y el 22%. Nos queda casi el 80% del mix por descarbonizar y el objetivo que tiene el Gobierno es del 48% para 2030, lo que es pura fantasía. En AFRY pensamos que en 2030 estaremos más cerca del 35% que del 40%, y eso con un esfuerzo titánico. Es totalmente imposible conseguir las cantidades de producción de hidrógeno ambicionadas, un desarrollo de la eólica que implicaría multiplicar por tres el ritmo de desarrollo actual y mantenerlo durante tres décadas. Y una cantidad de solar con una cantidad de almacenamiento que tampoco se está desarrollando, ni en bombeo ni en baterías. El almacenamiento tendría que multiplicarse por diez a su ritmo actual.

P: ¿Y qué opina de la energía nuclear?

R: Durante unos años bajó mucho el apoyo del ciudadano. También por la idea de que eólica y solar lo iban a arreglar todo. Y ahora muchos políticos ya están diciendo que las renovables no son suficientes. Primero porque su velocidad de despliegue no es suficientemente rápida. Luego está la cuestión de la escasez de las materias primas para garantizar que se puedan construir (metales, tierras raras...). En Europa ya hay siete u ocho países que van a poner reactores si no los tienen o a incrementar el número de los que ya tienen. Y en España, la idea de cerrar nucleares en la que sigue empeñado el Gobierno, es una decisión de país muy mala según mi opinión.