Reino Unido retrasa la prohibición sobre térmicos de 2030 a 2035 y genera incertidumbre en la automoción y otras industrias

  • El primer ministro británico, Rishi Sunak, dice que es para que la gente decida por sí misma y ahorrar dinero al consumidor

  • “Socava la transición”, “decepcionante”, o “ataque a la industria, el clima y el consumidor” son algunas reacciones

  • La decisión afecta a todo el sector automotriz pero también al almacenamiento, renovables y energéticas, servicios...

Los “retortijones” del cambio tecnológico en la automoción se han hecho más patentes que nunca esta semana. Rishi Sunak, primer ministro británico, ha anunciado que se retrasa de 2030 a 2035 la prohibición de fabricar nuevos coches y furgonetas de gasolina y gasóleo en el país. El líder “tory” ha calificado la decisión como de “nuevo enfoque” en la lucha contra el cambio climático.

Sunak ha aducido varias razones para este golpe de timón.

-En primer término, asegura que así se ahorrará dinero a los consumidores, a la par que dice esperar que la “inmensa mayoría” de los coches vendidos para 2030 sean eléctricos.

-Junto a su Gobierno, opina que la mejora tecnológica y el abaratamiento de los mismos conducirán a ese camino.

-Finalmente exponen que la gente debería tomar esa decisión por sí misma y no por un mandato del Gobierno. De hecho, el “premier” británico afirmó que se ha visto obligado a cambiar la política porque los gobiernos anteriores “habían actuado con demasiada rapidez a la hora de fijar objetivos de emisiones netas cero”, sin asegurarse el apoyo de la opinión pública.

¿Les suena este último razonamiento? Efectivamente, es lo que una amplia parte de la industria y la sociedad solicitó cuando empezaron a fijarse fechas por parte de los políticos en todo el mundo. Esa parte de la sociedad no fue escuchada entonces.

Desagrado

Además de que la proyección de precios del petróleo al alza pone en duda que finalmente los conductores británicos puedan realmente ahorrar dinero, la decisión ha producido un gran desagrado no sólo a las organizaciones medioambientalistas, sino también al sector automotriz en toda su extensión y a las empresas energéticas y renovables que contemplan al automóvil como un fuerte mercado potencial para sus productos. “Ataque a la industria, el clima y el consumidor”, lo han llamado en un manifiesto.

La gran mayoría de los fabricantes han mostrado su decepción ante el anuncio. Con inversiones mil millonarias ya realizadas, otras en proceso y muchas planificadas para el futuro, los fabricantes ven ahora como los políticos que les impulsaron a realizarlas les dejan “en la estacada”. Aunque el eléctrico va ganando terreno en la cuota de mercado europea, el consumidor se está mostrando mucho más tímido que las proyecciones políticas realizadas.

Y precisamente la incertidumbre se está mostrando como uno de los grandes enemigos del cambio tecnológico. Este anuncio no llega para eliminarlo precisamente. Un portavoz de Volkswagen en aquel país fue de los más claros al exponer que: “Necesitamos urgentemente un marco normativo claro y fiable que genere certidumbre en el mercado y cree confianza en los consumidores. Necesitamos que los objetivos para el despliegue de infraestructuras sean vinculantes y que existan incentivos que garanticen la dirección de la marcha”. Parecen peticiones muy razonables y adecuadas al momento presente en el Reino Unido ¿verdad?. Pues los fabricantes llevan años haciéndolas en Europa, pero también en España, con ANFAC repitiendo casi estas mismas palabras en decenas de ruedas de prensa y eventos a cualquiera que les quiera escuchar. Nadie podrá decir que esto no se había advertido.

Desde Kia se calificó la medida de “decepcionante”. Un término muy moderado que contrasta con la la sentencia de la presidenta de Ford en Reino Unido que afirmó que se está “socavando la transición del país a los vehículos eléctricos”, a la par que recordaba sus inversiones cercanas a los 1.000 millones de euros dedicados a la transición eléctrica de sus instalaciones en el país, además de los planificados como necesarios para poder cumplir con el plazo anterior (2030), tal y como acaban de recoger agencias internacionales y medios británicos. El desasosiego es generalizado, pero mayor aún si cabe en BMW y Jaguar Land Rover que acaban de realizar anuncios de inversiones para fabricar sus Mini eléctricos en Oxford y baterías en Somerset, respectivamente.

Otros afectados

Igualmente afectado por la medida está todo el conjunto de empresas internacionales que se dedican a la fabricación de cargadores y sus componentes. Incluso más allá, al ecosistema dedicado a las baterías estacionarias, la energía fotovoltáica y solar y a otras iniciativas verdes. Sin embargo, Sunak ha intentado calmar los ánimos comentando que su Gobierno está “redoblando su apuesta por la infraestructura de la red de recarga, que es lo que piden los empresarios y lo que quiere la industria”.

Algunos analistas no ven la decisión tan problemática, sobre todo a nivel climático, pues opinan que los precios menos elevados de los térmicos (híbridos, híbridos enchufables etc) permitirán una renovación más rápida y fluida del parque de vehículos antiguo, los más contaminantes. En este mismo sentido se han pronunciado interlocutores de Toyota en el Reino Unido, que creen que puede ayudar tanto a los consumidores como a la industria a adaptarse mejor a una “transición pragmática” y permitira “otras tecnologías de bajas emisiones más baratas aportar su papel en ella”, refiriéndose principalmente a la hibridación que reduce el consumo de los térmicos, una tecnología que tiene claramente dominada.

Finalmente, como a la fuerza ahorcan, la SMMT, principal asociación de la industria automovilística británica ha lanzado un comunicado en el que aseguran que el compromiso del sector “con un mercado de coches y furgonetas nuevos de emisiones cero permanece inalterado”. Intenta mantener una mirada positiva alejada de polémicas y dice que “los consumidores necesitan más que nunca que se les anime a comprar. El anuncio de hoy debe ir respaldado por un paquete de atractivos incentivos y medidas para acelerar la infraestructura de recarga, que den a los consumidores la confianza necesaria para el cambio [al eléctrico]. Las zanahorias mueven los mercados más rápido que los palos”, afirma en su comunicado oficial.

También el H2

El hidrógeno es otra tecnología “cero emisiones” en automoción que también está sufriendo algunos reveses en estos días. El gobierno alemán de la región de la Baja Sajonia ha sido el primero de los europeos en abandonar sus planes de operar con trenes de hidrógeno. Sus rectores aludían a que los “malos resultados” hacían imposible su continuidad.

Algo similar acaba de pasar en Dinamarca, donde Everfuel, la compañía encargada de impulsar las estaciones de repostaje de este gas, ha confirmado que cerrará todas sus instalaciones en una nota de prensa. Según Jacob Krogsgaard, su director general: “La producción de hidrógeno verde en Dinamarca aún no está suficientemente preparada. La falta de volumen suficiente por parte de los fabricantes de vehículos ha sido un problema. Tampoco los sistemas para efectuar la electrólisis, ni los camiones de transporte ni las estaciones de recarga han estado lo maduros que esperábamos en nuestros planes. Todo esto ha dificultado generar un modelo de negocio para la explotación de las estaciones de servicio de hidrógeno”.

Toyota, una de las principales empresas en apostar por esta tecnología ha afirmado que “es un paso atrás para el clima” mientras resaltaba que “otras tecnologías de cero emisiones [la eléctrica] no pueden satisfacer igual algunas necesidades de movilidad”. En un rápido “contraataque” ha realizado tres anuncios alrededor de esta tecnología. El primero es que aportará 500 de sus Mirai de hidrógeno en la flota oficial de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París del año próximo. En segundo lugar, que su sistema Tri-gen de producción de hidrógeno renovable ya está listo y comenzará a funcionar en Long Beach (California). Finalmente, ha presentado un prototipo de pila de combustible del Hilux, su modelo pick up.

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