El Dow Jones de Industriales, la principal referencia del mercado neoyorquino, ha acumulado este mes una pérdida del 4,31%, en tanto que el S&P 500 ha descendido el 4,74% y el mercado Nasdaq ha perdido el 6,24%.
Después de un mes de julio boyante, en el que esos mismos indicadores lograron alzas de en torno al 7% con ayuda de algunos resultados empresariales muy alentadores, el talante se ha vuelto más sombrío en Wall Street, que ha debido rendirse a la contundencia de unos datos que apuntan a una desaceleración de la actividad en el comienzo de la segunda mitad de este año.
Además, se ha constatado que la economía ya empezó a perder vigor en las postrimerías del primer semestre y los últimos cálculos oficiales rebajaron al 1,6% el avance de la economía en el segundo trimestre de este año, frente al 2,4% que se calculó antes.
A las preocupaciones por la desaceleración económica y a una posible vuelta a una fase de contracción, se une el deterioro del mercado laboral, algo que pone también muy nerviosos a los inversores por el efecto que tiene en el consumo, del que depende el 70% de la actividad económica en este país.
Los mercados tendrán ocasión de comprobar el miércoles y el viernes si mejoró algo el panorama del empleo en agosto, aunque las previsiones no son esperanzadoras.
La empresa Automatic Data Processing (ADP) difundirá en la próxima jornada cálculos relativos a la evolución del empleo en el ámbito empresarial privado, que podrían reflejar una mayor cautela en la contratación que la registrada en julio.
Esos datos se consideran un preámbulo de otros cálculos que difundirá dos días después el Departamento de Trabajo y que se prevé mostrarán una pérdida de unos 80.000 empleos en agosto, así como un alza de una décima en la tasa de desempleo, hasta el 9,6%.
Esos datos, y en especial los del viernes, mantienen en vilo a los inversores y les llevan a actuar con mucha cautela hasta comprobar si se cumplen esas previsiones.
Reflejo de ello es que la inesperada alza en la confianza de los consumidores en la economía percibido en agosto según The Conference Board no fue argumento suficiente para que se animaran hoy las compras en el parqué neoyorquino.
Ese índice de confianza subió a 53,5 puntos este mes, desde los 51 de julio y los 50 que se esperaban.
Después de una sesión variable, sobre todo en la última hora de negocios, el Dow Jones cerró con un alza del 0,05% (4,99 puntos) y finalizó en 10.014,72 puntos, con lo que ha logrado a duras penas, y por segundo día consecutivo, mantenerse por encima de los 10.000 enteros.
El selectivo S&P 500 avanzó el 0,04% (0,41 puntos), hasta 1.049,33 puntos y el índice compuesto del Nasdaq descendió el 0,28% (-5,94 puntos) a 2.114,03 unidades.
La moderada corriente compradora que prevalecía después de la media sesión se deterioró después de conocerse el acta de la última reunión que celebró el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal a comienzos de mes.
El relato de esa reunión refleja que hubo divergencias entre los miembros del comité en torno a la decisión de comprar bonos del Tesoro con fondos obtenidos de la adquisición de títulos hipotecarios, con el objetivo de ayudar al crecimiento económico.
Otros datos difundidos este martes mostraron signos de mejoría en los precios de la vivienda en las mayores áreas urbanas de Estados Unidos y un avance más moderado en la actividad manufacturera en el área de Chicago en agosto.
Cisco Systems (-1,65%) e Intel (-1,64%) encabezaron el grupo de empresas en el Dow que tuvieron una sesión negativa, seguidas de Boeing (-1,56%) y 3M (-1,38%).
La sesión fue en cambio favorable para AT&T (1,5%), JPMorgan Chase (1,42%), Bank of America (1,14%), Merck (1,24%), DuPont (1,12%) y Caterpillar (1,07%), al tiempo que el resto de empresas que cerraron en positivo subieron menos del uno por ciento.