"Según nuestras previsiones esto es así, aunque España tenga cifras de crecimiento menos negativas que otros países europeos", ha señalado Joaquín Almunia en una entrevista a la Cadena Ser. Ha explicado que "no es tan fácil" pasar "de la noche a la mañana" de una recesión "muy profunda" a cifras positivas de crecimiento.
El comisario europeo ha insistido en la necesidad de confiar en que se acabará saliendo de la crisis. Los países tienen que coordinarse para superar este periodo y seguir haciendo "lo que hay que hacer", que es poner en marcha políticas económicas para no repetir los errores del pasado, ha sentenciado.
Sobre el dato adelantado de inflación, que se situó en agosto en el -0,8% y baja por sexto mes consecutivo, ha explicado que la inflación negativa no va a llevar a ningún país a la deflación porque no se trata de una situación "permanente" y porque en los meses que quedan de 2009 se volverá a observar tasas positivas de precios en casi todos los países. No obstante, ha resaltado la necesidad de no ignorar los riesgos a medio y largo plazo, porque los precios pueden volver a subir en el futuro. En España han moderado su caída.
Almunia ha celebrado que dos de las mayores economías de la zona euro, la francesa y la alemana, hayan registrado datos positivos en el segundo trimestre del año, aunque ha pedido "prudencia".
Estas cifras se han conseguido, según el comisario, gracias a los programas directos de impulso de la demanda. En España, sin embargo, la demanda interna ha caído 7,3 puntos.
Y es que los españoles tienen miedo al despido. Un 60% de los empleados cree que habrá despidos en su empresa. Además, el jueves, el ministro de Trabajo advirtió de que la cifra del paro, que se conocerá a principios de septiembre, revelará una amortiguación en la creación de empleo, propia del fin de la temporada turística. A todo esto se suman los datos del PIB que han situado a la economía nacional en niveles de hace 40 años.
EB
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