Argentina y Brasil refuerzan sus lazos de cooperación y niegan divergencias por Irán
AGENCIA EFE
03/08/201023:10 h.Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, suscribieron una declaración que refuerza sus lazos de cooperación en materia de uso de energía atómica con fines pacíficos, tras un encuentro bilateral que sucedió a la XXXIX Cumbre del Mercosur.
"El desarrollo nuclear debe ser de común acuerdo y avanzar en un mismo sentido", dijo Fernández en rueda de prensa tras el encuentro con Lula, en la ciudad argentina de San Juan.
Fernández anunció que volverá a reunirse con Lula da Silva en agosto próximo en Buenos Aires para profundizar sobre este campo de cooperación, lo que podría dar paso a una amplia integración de las industrias nucleares de ambos países, que, aunque con grados de desarrollo dispar, son líderes regionales en el uso de esta tecnología con fines pacíficos.
Argentina y Brasil tienen perfiles diferentes en cuanto a la potencia instalada de sus centrales nucleares, aunque cuentan con posibilidades de converger en otros campos de aplicación de la tecnología nuclear con fines pacíficos, como la medicina.
Brasil importaba de Canadá molibdeno 99 -un isótopo- hasta que tuvo problemas con ese proveedor y descubrió que Argentina lo producía, con lo cual comenzó a comprarle y ahora está interesado en adquirir la tecnología argentina para procesarlo.
Argentina, por su parte, esta interesada en reconvertir su reactor Carem, desarrollado hace tres décadas -y que ya exportó a Argelia, Australia y Perú, entre otros países-, para emplearlo como fuerza motriz en naves de superficie.
La cooperación bilateral en este campo se inició en 1986 con la firma de un acuerdo de confianza y mutuo control en el uso de la tecnología nuclear, que fue ratificado en 1991 cuando ambas naciones renunciaron públicamente a fabricar armas nucleares.
Fuentes diplomáticas dijeron a Efe que la declaración suscrita hoy "desactiva cualquier suspicacia" sobre la relación entre Brasil e Irán, país al que Argentina reclama la extradición de nueve implicados en el atentado en 1994 contra una mutualista judía en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas.
En mayo pasado, Brasil, Irán y Turquía firmaron una declaración que sentó las bases para que las autoridades iraníes entreguen al Gobierno turco 1,2 toneladas de uranio enriquecido al 3,5%, para recuperar un año después 20 kilogramos de uranio al 20%.
Lula, que se refirió hoy a este capítulo para aclarar que su gestión buscó únicamente que Irán se sentara en la mesa de negociaciones, aprovechó la Cumbre del Mercosur para reprochar a las grandes potencias la aplicación de sanciones a Teherán como castigo a su política nuclear.
El brasileño afirmó que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Francia, Reino Unido, China y Rusia) "deberían hablar con Irán" porque es necesario dialogar para alcanzar la paz.
"Lo que más me molestó es que el documento que nosotros (Brasil y Turquía) firmamos con (el presidente iraní) Mahmud Ahmadineyad reproducía fielmente, exactamente, los términos de lo que (el estadounidense Barak) Obama me dijo que había que conseguir y lo conseguimos", remarcó.
Preguntada sobre posibles reparos de Argentina por la relación entre Brasil e Irán, Fernández afirmó que su Gobierno tiene por política "no confundir" la cuestión nuclear de Irán con el "firme reclamo de justicia" por el atentado de 1994.
"La primera condición es no mezclar las cosas y no preguntarle a nuestros amigos con quiénes se reúnen cuando no están con nosotros", dijo Fernández, quien comentó que "más allá de las diferencias", a "nadie le puede caer mal que alguien interceda para la resolución del conflicto" con Irán.
Además, la mandataria argentina reivindicó el derecho de los países a desarrollar sus actividades nucleares con usos pacíficos y cuestionó el "doble estándar" de las naciones que reclaman acciones de no proliferación nuclear y no se comprometen a la reducción de sus propios arsenales.