El BCE defiende el euro y culpa a "algunos países" de la inestabilidad

AGENCIA EFE 22/11/2010 19:22

"No es toda la Unión Europea la que está en juego", subrayó Trichet en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo (PE), en la que defendió que son esos países -que no quiso mencionar explícitamente- los que están "generando un clima de inestabilidad financiera" por sus problemas y la "interacción de los mercados".

El presidente del BCE desarrolló durante su exposición una fuerte defensa del euro y lamentó la tendencia de "ciertos canales de comunicación" a usar a la moneda única, la Comisión Europea y el BCE como "chivo expiatorio".

"El euro, como moneda, ha mantenido su estabilidad interna y externa de forma destacable", insistió Trichet, para quien el euro ha demostrado ser una divisa "sólida en términos históricos".

Así, Trichet criticó que el "legítimo debate" sobre la salida de la crisis derive con frecuencia hacia una discusión sobre "la legitimidad del euro".

En la misma línea se pronunció durante el debate en la Eurocámara el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, quien insistió en que el "euro es, y continuará siendo, el pilar fundamental de la Unión Europea".

"Cualquier debate sobre la destrucción del proyecto europeo es irresponsable. Todos los estados miembros habrían estado en una situación mucho más difícil sin la Unión Europea y su escudo político", aseguró.

Para Rehn, "no se trata de encontrar a alguien a quien culpar, sino de reforzar la construcción europea que ha protegido a los ciudadanos de unas consecuencias peores".

En ese sentido, la decisión de acudir al rescate de Irlanda adoptada ayer por los ministros de Finanzas europeos es fundamental para mantener la "estabilidad" en la zona del euro, a juicio de Rehn.

Trichet y Rehn también se refirieron a la "dimensión externa" de la moneda única, que en 2009 representó el 30% de las reservas globales internacionales.

Ambos dirigentes pidieron a los líderes del G-20 que se comprometan a no emprender devaluaciones competitivas de sus monedas para evitar dañar la recuperación global.

En este sentido, el presidente del Banco Central Europeo consideró que un dólar fuerte es conveniente para favorecer a Europa, pero también lo "es en el interés de Estados Unidos y toda la comunidad internacional".

El controvertido plan de estímulo para comprar deuda pública por valor de 600.000 millones de dólares con el fin de reactivar la economía estadounidense ha recibido las críticas internacionales por considerar que su intención última es la de depreciar el "billete verde" con objeto de lograr ventajas competitivas comerciales.

Trichet también se pronunció sobre las políticas monetarias de algunas economías emergentes "que tienen superávit corrientes y tipos de cambio que no son lo suficientemente flexibles" -como es el caso de China-.

En este sentido, destacó la necesidad de avanzar hacia tipos de cambio más influidos por el mercado, que reflejen los fundamentos económicos, y "dejando atrás la devaluación competitiva de las monedas".