La Reserva Federal situó el precio del dinero en EEUU entre el 0% y el 0,25%, lo que ha elevado el precio del yen frente al dólar hasta máximos históricos. La divisa estadounidense se cotizaba a 89 yenes, un precio que dificulta mucho las exportaciones japonesas, fundamentales para la economía, y que diezma los beneficios que las empresas niponas logran en el extranjero.
La decisión del BOJ, que está en sintonía con lo que esperaba el mercado, llega en un ambiente de presión por parte del gobierno para que tome otras medidas que impidan que el yen se encarezca aún más contra el dólar. El comité decisorio del BOJ decidió recortar los tipos por 7 votos a favor y uno en contra, una decisión que llega muy poco después del último recorte ordenado por el banco central, en octubre, cuando los rebajó del 0,5% hasta el 0,3%.
El banco central también tomó otras decisiones para facilitar la financiación de las empresas, que están afectadas por la escasez de crédito. Destaca la decisión de comprar deuda de las empresas, diseñada para recortar los costes del acceso a la financiación.
Cuando estalló la crisis económica Japón, cuyos bancos no estaban infectados por el mal de las hipotecas basura, se creyó a salvo de la debacle mundial, dada la salud de sus grandes compañías. Sin embargo, ahora Japón está sufriendo combinados los efectos de la falta de liquidez y de la caída global de la demanda.
Las grandes compañías del motor como Nissan o Honda y de la electrónica Hitachi o Sony han anunciado repetidos recortes en su previsión de beneficios, despidos masivos e incluso el cierre temporal de algunas plantas. Incluso la todopoderosa Toyota podría registrar pérdidas debido a la caída de las ventas y la apreciación del yen. El primer fabricante de vehículos de Japón sólo ha registrado pérdidas antes de los impuestos una vez en su historia, en el año fiscal 1949, debido a la situación de inestabilidad tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Durante su reunión, el banco central también revisó su radiografía de la economía japonesa, que a su juicio se encuentra en un proceso de "deterioro" y no crecerá hasta el 2010.En lo que respecta al Ejecutivo nipón, el ministro de Finanzas, Shoichi Nakagawa, agradeció la decisión del BOJ "desde el fondo del corazón", una declaración que, dada la clásica solemnidad japonesa, ilustra el grado de preocupación del Gobierno. El mercado de valores no fue tan optimista y el Nikkei cerró la sesión con una bajada del 0,9%, 78,71 puntos, hasta situarse en los 8.588,52 puntos.
El primer ministro, Taro Aso, ha dejado claro que las previsiones económicas son nefastas, con una previsión de crecimiento cero
KOD