Las medidas anunciadas hoy por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, buscan, con una menor carga impositiva, reducir los precios de los autos, las motocicletas y los materiales de construcción como forma de incentivar el consumo y la demanda doméstica.
El ministro, en la rueda de prensa en la que anunció las medidas, reconoció que los nuevos incentivos fiscales reducirán la recaudación tributaria en cerca de 1.500 millones de reales (unos 655 millones de dólares) este año.
Mantega advirtió que el Gobierno espera compensar esa renuncia fiscal con un aumento de los impuestos sobre los cigarrillos, también anunciado este lunes.
La principal medida es la que prorroga hasta junio próximo la reducción del impuesto sobre la producción de automóviles, que había sido anunciada en diciembre pasado pero que vencía el 31 de marzo.
El incentivo "permite reducir los precios de los automóviles y estimular la demanda de un sector que representa el 23 por ciento de la producción industrial de país", según Mantega.
El impuesto, que era del siete por ciento para vehículos de hasta mil cilindradas, seguirá en el cero por ciento.
La medida ya le había permitido a los fabricantes de automóviles aumentar sus ventas en enero y febrero, tras las fuertes caídas en los últimos meses del año pasado, y su prórroga era una reivindicación de las montadoras.
El Gobierno, sin embargo, condicionó la extensión de la medida hasta el 30 de junio a que los fabricantes mantengan sus actuales niveles de empleo, lo que era una reivindicación de los sindicatos.
Las empresas que reduzcan su nómina hasta junio perderán el derecho al incentivo fiscal y tendrán que pagar el total de los tributos.
Otra de las medidas reduce el impuesto para la financiación de la seguridad social (Cofins) sobre la venta de motocicletas desde el tres por ciento hasta el cero por ciento, igualmente con la condición de los fabricantes de no promover despidos masivos.
La medida para favorecer la construcción reduce el impuesto de la producción industrial sobre algunos materiales como el cemento (del 4% al 0%), pinturas y barnices (del 5% al 0%) y revestimientos (del 5% al 0%).
El Gobierno también anunció la reducción del impuesto sobre la renta de las empresas que actúan en la zona franca de Manaos, en el corazón de la Amazonía, y que adopten proyectos de preservación ambiental.
El Ministerio de Hacienda, igualmente, decidió ofrecer garantía sobre depósitos a los bancos pequeños y medianos, lo que les permitirá aumentar sus captaciones en 5.000 millones de reales (unos 2.183,4 millones de dólares) para destinarlas a créditos.
En contrapartida, el Gobierno aumentó tanto el impuesto sobre la producción como el Cofins sobre el tabaco, medida que debe aumentar el precio de los cigarrillos en entre un 20 y un 25 por ciento.
"Considerando el potencial del mercado interno brasileño podemos recuperarnos rápidamente si prestigiamos este mercado, que tiene que ser fortalecido y no debilitado", aseguró el vicepresidente de Brasil y presidente en ejercicio, José Alencar, al comentar las medidas.
Según un informe divulgado hoy por el Banco Central, pese a la fuerte caída sufrida por la economía brasileña en el último trimestre del año pasado y al fuerte impacto de la crisis sobre empresas de sectores como minería y siderurgia, Brasil podrá capear la crisis global gracias a su mercado doméstico.
Pese a ello, el emisor redujo su previsión para el crecimiento este año del 3,2 por ciento que había calculado en diciembre al 1,2 por ciento en marzo, como consecuencia de los efectos de la crisis.