Tras una reunión interministerial en Atenas bajo la presidencia del vicepresidente del gobierno, Teodoros Pangalos, se anunció en un comunicado que "las Fuerzas Armadas con sus propios medios se encargarán de abastecer con combustibles los puntos cruciales".
Añade que la decisión se asume "después de la negativa de los transportistas de acatar las órdenes de la sociedad", lo que constituye "una provocación al orden y perjudica el interés público".
Las disposiciones incluyen también que los transportistas de las empresas privadas pongan a disposición del Gobierno los vehículos y el personal para abastecer a las gasolineras del país.
También la Marina contribuirá para transportar a las islas los camiones cisterna con petróleo, se indica.
El ejecutivo anunció que los transportistas que no acataron la orden del miércoles de presentarse a sus trabajos serán llevados ante la justicia y que se aplicarán las multas que pueden llegar incluso a la retirada de sus licencias.
La decisión se ha tomado después de una huelga de cinco días que ha afectado gravemente el abastecimiento de combustible, ocasionando dificultades en el transporte de personas y mercancías, en medio de la peor crisis económica de Grecia en los últimos 50 años.
Por otro lado, en la ciudad de Salónica, en el norte de Grecia, se produjeron enfrentamientos aislados entre camioneros a favor de la huelga y los que recibieron las órdenes del gobierno de abastecer a las gasolineras.
Como resultado de los incidentes y la intervención de la policía antidisturbios, resultaron heridos levemente dos camioneros y un policía, informaron los medios griegos.
Tras la decisión de hoy de continuar con la huelga, que se prolonga desde hace cinco días, miles de camioneros se manifestaron en el centro de Atenas y marcharon hacia el Parlamento heleno para protestar contra la decisión del gobierno de liberalizar la profesión.