El Foro de los alternativos y los explotados

ZOE ARMENTEROS 27/01/2009 11:43

Esta novena edición reúne a 120.000 participantes y unos 4.000 organizaciones sociales que esperan, en medio del desastre financiero ser -¡por fin-, escuchados. En vez de fiestas para inaugurar el evento han abierto con una gran marcha por las calles de Belem contra el armamentismo, el neoliberalismo y el calentamiento global.

Las propuestas del Foro de los desposeídos están encima de la mesa desde los orígenes de esta reunión, en 2001, pero entonces el mundo miraba hacia otra parte. Los ricos tenían sus capitales a buen recaudo y el sistema parecía funcionar como un mecanismo de reloj suizo, ese que ahora intentan reparar en Davos.

Casi diez años atras ya pedían la eliminación de los paraísos fiscales, de lo que ahora se hacen ecos algunos gobiernos socialdemócratas, la socialización de los bancos, la aplicación de impuestos a los flujos de capital y la cancelación de la deuda externa de los países del tercer mundo.

Muchas son las propuestas de los seguidores del Foro Social Mundial que parecen la contra consigna de la bruja de 'La Bola de cristal': El acceso a la tierra, la reforma del FMI y de las organizaciones financieras mundiales y la creación de bancos sociales que faciliten microcréditos a las comunidades indígenas.

En Belem, una plaza que presume de su independencia política, estarán excepcionalmente los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Fernando Lugo; y Venezuela, Hugo Chávez. Años antes, le cerraron las puertas al líder cubano Fidel Castro cuando mostró su interés en participar.

Esta vez la llamada izquierda latinoamericana debatirá sobre el futuro de la región, la guerra y la crisis actual del capitalismo. Quizá una posibilidad de elevar el Foro a otro nivel de lucha y visibilidad.

El Foro de los pobres y su movimiento ha perdido fuerza y se ha dispersado en los últimos años. Algunos dudan que se vean manifestaciones como en Seattle (1999), pero ahí están las chispas de las luchas estudiantiles en Grecia, una muestra de que las posiciones se radicalizarán y el símbolo pasará a ser la "batalla real" que pedía la escritoria india Arundhati Roy.