La comisión fue creada en la mañana del viernes por petición de 32 de los 81 senadores, en su mayoría de la oposición, y el Gobierno tenía plazo hasta la medianoche de ayer para intentar convencer a al menos seis senadores de que retiraran su respaldo a la iniciativa, con lo que conseguiría abortar la comisión.
Pese a que la campaña ordenada por el ministro de Relaciones Institucionales, José Mucio Monteiro, para que los aliados del Gobierno en el Congreso se esforzaran en convencer a sus colegas a retirar las firmas, al final del día apenas dos senadores aceptaron desistir.
La creación de una Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) en el Senado exige como mínimo el respaldo de 27 senadores y la oposición consiguió instalarla con el apoyo de 30 firmas, según la mesa directiva del Congreso.
La creación de la comisión supone una dura derrota para el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se opone a que las cuentas de la Petrobras sean investigadas con el argumento de que la acción del legislativo puede paralizar o atrasar decisiones en la empresa más importante del país.
Petrobras, con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, es controlada por el Estado brasileño y muchos gobiernos regionales y municipales dependen financieramente de las regalías de la petrolera.
Lula llegó a tildar a los senadores que apoyaron la investigación de "irresponsables" y "poco patrióticos".
"En este momento en que estamos viajando en busca de recursos para la explotación (del petróleo) del presal (gigantescas reservas descubiertas por Brasil en el océano Atlántico), que alguien levante la idea de una CPI contra Petrobras es ser, como mínimo, antipatriota", dijo Lula el viernes, antes de iniciar una gira que lo llevará por Arabia Saudí, China y Turquía.
La explotación del presal puede convertir a Brasil en uno de los mayores productores mundiales de crudo.
Según el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal fuerza de la oposición y artífice de la creación de la comisión, recientes investigaciones de la Policía Federal y del Ministerio Público han mostrado indicios de supuestas irregularidades en la administración de Petrobras.
Entre las denuncias que serán investigadas figuran supuestas irregularidades en la distribución de regalías a municipios.
Los senadores también pretenden investigar una supuesta maniobra contable de la empresa para evadir cerca de 3.000 millones de reales (unos 1.428,6 millones de dólares) en impuestos.
Otra de las denuncias, que igualmente fue objeto de una investigación de la Policía Federal, es sobre supuestos fraudes en las licitaciones para la reforma de cuatro plataformas marinas de explotación de petróleo.
Los partidos oficialistas alegan que esas denuncias pueden ser aclaradas sin necesidad de una investigación parlamentaria por el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, a quien están dispuestos a convocar al Senado para que se pronuncie sobre las acusaciones.