Así lo señaló Yin en un encuentro de ministros y altos cargos del ramo del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrado en Pekín.
Aunque el Gobierno chino sólo contabiliza el desempleo urbano, se calcula que la crisis global produjo en China la pérdida de entre 20 y 40 millones de puestos de trabajo, debido sobre todo al cierre de numerosas fábricas dedicadas a la exportación, el sector chino al que más ha afectado la recesión mundial.
El paquete de rescate, que se anunció a finales de 2008 y se aprobó en marzo de 2009, perseguía estimular la demanda interna con inversiones estatales el pasado año y el actual.
Para conservar los empleos, destacó Yin, el plan acudió a medidas como postergar el pago de la seguridad social a las empresas, o subsidiar a algunas compañías, especialmente las más afectadas por la crisis (1,6 millones de firmas que totalizaban unos 60 millones de empleos).
El ministro de Recursos Humanos subrayó que su país, la segunda economía mundial, afronta aún difíciles retos para su empleo, como la fuerte presión de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral o los emigrantes rurales a la ciudad (más de 100 millones).
El encuentro de Pekín reúne a responsables de 21 miembros de la APEC, organización interestatal que agrupa a buena parte de las economías no europeas, desde EEUU, Rusia y China a Australia, pasando por latinoamericanas como Perú, Chile o México.