La bolsa española ha bajado finalmente un 1,35 por ciento tras encadenar tres sesiones a la baja que le llevaron a firmar su peor semana desde marzo de 2009, y perdió el nivel de los 10.200 puntos. En particular, el Ibex-35 perdió 138 puntos, hasta 10.103,3 puntos, mientras que su retroceso en la semana llega al 7,71 por ciento y en lo que va de año al 15,38 por ciento.
Bolsas europeas, al cierre de la española
El descenso español coincide con el clima general en las bolsas europeas, al contrario que el jueves. Las bolsas europeas cedieron en torno el 1,8%, afectadas por los temores a que se retrase la recuperación económica, mientras que las precauciones respecto a España y Grecia siguen aumentando y los seguros contra la suspensión de pago de deuda (credit default swap, en sus siglas en inglés CDS) de estos países, más los de Portugal, continúan en máximos históricos.
En Europa, poco antes del cierre de la bolsa española, París bajaba el 2,96 por ciento; Fráncfort, el 1,32 por ciento, y Londres, el 1,42 por ciento y en el mercado español todos sus grandes valores bajaron: Santander, el 0,16 por ciento, BBVA, el 2,88 por ciento, Telefónica, el 1,56 por ciento; Repsol, el 3,80 por ciento e Iberdrola, el 1,05 por ciento.
Podría haber sido mucho peor
La jornada prometía repetir el útlimo 'jueves negro'. Tras su apertura, el Ibex perdía un 3,17% y se quedaba por debajo de los 10.000 puntos (9.916,9). Sin embargo, a media sesión, el indicador moderó su caída hasta el 2,36% y caía hasta los 9.999,8 enteros.
A mediodía ningún valor había logrado situarse en terreno positivo y el mayor descenso fue para Abengoa (-7,82%), seguido de OHL (-7,63%), Sacyr Vallehermoso (-5,50%), Telecinco (-5,14%), Repsol YPF (-3,31%) y Telefónica (-1,63%). En el sector de la banca, el mayor recorte ha sido para Banco Popular (-3,71%), BBVA (-3,32%), Banesto (-2,59%), Bankinter (-2,53%), Banco Santander (-1,63%) y Banco Sabadell (-1,45%).
Atrás queda el último jueves
Los últimos anuncios de las autoridades monetarias, financieras y políticas no han ayudado precisamente a animar a los inversores en valores españoles. Este jueves tal clima degeneró en una espiral de pánico que se adueñó de los inversores y que llevó al selectivo español a dejarse casi un 6% de su valor. Desde noviembre de 2008 no se registraba una jornada tan negra.
En los últimos días, el FMI, el BCE, y el comisario de economía de la UE, Joaquín Almunia, habían venido alertando sobre la "difícil" situación de las cuentas de España y pidiendo reformas contundentes. Al Gobierno se le ha ido de las manos el déficit público, que se ha disparado hasta el 11% del PIB. Todo ha generado una fuerte desconfianza en los inversores internacionales. No obstante, José Luis Rodríguez Zapatero sigue hablando de fortaleza.
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