Israel afianza su crecimiento con un 4,7 por ciento en el segundo trimestre

AGENCIA EFE 19/08/2010 16:04

El último informe de la Oficina Central de Estadísticas de Israel (OCE), organismo encargado de los indicadores oficiales, el producto interior bruto (PIB) registró un crecimiento del 4,7 por ciento en el segundo trimestre, el segundo de las economías occidentales detrás de Alemania (9 por ciento).

El dato se suma a un crecimiento en el primer trimestre del 3,6 por ciento y cierra a un ritmo de 4,1 anual en los primeros seis meses.

La OCE subraya que este crecimiento refleja el claro repunte de las exportaciones de productos y servicios (15,8 por ciento), un mayor consumo privado (8,7 por ciento), y una mayor inversión en bienes no perecederos (10,9 por ciento) y en el gasto público (2,8 por ciento).

Israel cierra así cuatro trimestres consecutivos de crecimiento a pesar de la crisis económica mundial, que en este país tiene un impacto mucho menor a otros occidentales por la estabilidad de su sistema financiero.

El período de mayor inestabilidad se dio entre enero y junio de 2009, con descensos en el consumo privado de más de 8 por ciento y una caída de las exportaciones del 24,4 por ciento.

Sever Plotzker, comentarista económico del diario israelí Yediot Aharonot, el de mayor tirada, atribuye la recuperación a que, como otros países poco afectados por la crisis, en Israel "había mucho ahorro y poca deuda privada y, por tanto, no se inflaron burbujas y los bancos permanecieron estables".

La preservación de tipos de cambio cómodos para la exportación (con políticas abiertas o encubiertas) y la contención del gasto público, a pesar de las exigencias de políticos populistas y votantes, son otros de los factores que contribuyeron a la rápida recuperación.

Pero el columnista advierte de que la euforia no debe confundir, porque, "si Israel se duerme en los laureles", volverá a la recesión.

La recuperación "no está suficientemente consolidada. Es una señal de esperanza, no un hecho", alerta.

El gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, recordó en un reciente encuentro con periodistas extranjeros la "dependencia" de la economía israelí de los mercados internacionales, algunos, como el estadounidense y el europeo, vitales para sus exportaciones.

"Estas economías no están recuperándose al ritmo deseado (...) y a menos que cambiemos la dirección de nuestras exportaciones hacia Asia, y ya lo estamos haciendo, su crecimiento será menor y el de la toda la economía se verá afectado", explicó el economista, a quien muchos atribuyen la resistencia de Israel al embate de la crisis.

Con el paro en progresivo descenso (de 7,8 en mayo de 2008 a 6,5 en mayo último), Fischer advirtió de dos elementos a los que su institución no les quitará ojo, que son el ritmo de la inflación y el exagerado encarecimiento del precio de la vivienda.

"La inflación está baja (2,4 anual) pero se espera que el mercado crezca y, por tanto, también el índice de precios al consumidor", dijo el gobernador de la entidad emisora, que espera que se mantenga dentro de los pronósticos del gobierno.

Sobre la burbuja inmobiliaria, explicó que es natural que con tipos de interés tan bajos por la crisis los inversores apunten a otras direcciones, pero el crecimiento del 21 por ciento registrado en los últimos 12 meses supone una amenaza para la estabilidad.

De continuar a este ritmo el incremento en el precio de la vivienda, el Banco de Israel baraja limitar a los bancos la financiación de hipotecas y exigir al gobierno soluciones inmediatas para ampliar la oferta inmobiliaria.