"En realidad no sólo estamos ante el inconveniente de la falta de monedas sino también ante el negocio de las monedas", dijo la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al presentar el Sistema Único de Boleto Electrónico.
La gobernante destacó que la medida representa "una mejora sustancial en los sectores más vulnerables socialmente", ya que la tarjeta podrá ser utilizada por los usuarios de metro, autobús y ferrocarril del área metropolitana de Buenos Aires, la más poblada del país.
"Este sistema demanda del Estado una gran inversión, del orden de los 200 millones de pesos (unos 57 millones de dólares)", señaló Fernández antes de sostener que "el transporte público metropolitano es un 18 por ciento más barato que en el resto del país" y uno de los de menor costo en América Latina.
Hasta ahora las monedas son el único medio de pago disponible en la gran mayoría de los medios de transporte y la presidenta aseguró que la intención del Ejecutivo es ir "eliminando progresivamente" su utilización para sustituirla por la tarjeta.
El déficit de monedas agobia a Argentina desde mediados de 2007 y y ha dado origen a un mercado negro en el que se paga un sobreprecio del tres al 10 por ciento por los billetes que pretenden cambiarse por metálico.
En octubre pasado, el Banco Central puso en circulación 23 millones de pesos (unos 6,5 millones de dólares) en monedas que se cambian por billetes en las estaciones ferroviarias de la capital argentina, donde a diario se forman largas filas de personas que procuran obtener suelto para pagar el transporte público.
El instituto emisor tomó esa medida poco después de que la Justicia se incautase de 118 tambores que contenían unos 7 millones de pesos (2,1 millones de dólares) en monedas en poder de una transportadora de caudales denunciada por acopio ilegal de metálico.
Comerciantes de un pequeño pueblo del centro del país revelaron la semana pasada que se han convertido en emisores de bonos de poca monta para paliar la crónica falta de monedas, que en las grandes ciudades son reemplazadas por caramelos como sucedáneo de suelto.
Fernández también expresó que el sistema de boleto electrónico representará "un elemento de control y de seguridad en el transporte", ya que posibilitará "hacer un control de la velocidad de los colectivos (autobuses)".
La situación de los colectivos y los hábitos de los conductores también están en el centro de una polémica luego de que el pasado martes el choque de dos vehículos en la periferia de Buenos Aires dejó un saldo de cuatro muertos y 41 heridos.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires, sólo en la capital y sus alrededores mueren al año más de un centenar de personas y 10.000 resultan heridas de distinta consideración en accidentes de colectivos.