Según ha explicado a Efe, en conversación telefónica desde Fráncfort (Alemania), el secretario general de UGT en la planta de GM en Figueruelas (Zaragoza), Pedro Bona, esta medida, que será complementaria a un recorte de empleo de al menos 10.000 de los 52.000 puestos de trabajo de GM Europa, busca garantizar la viabilidad de la compañía.
Los responsables de manufacturas y recursos humanos de Magna han explicado a los representantes de los trabajadores de las plantas de GM Europa -nueve de ensamblaje en cinco países bajo la marca Opel, además de varias de componentes- que todavía no han decidido en qué medida recortarán el empleo en cada una de las factorías.
El representante sindical de Figueruelas, donde trabajan 7.500 personas, ha explicado que la multinacional canadiense-austríaca espera presentar su plan de reestructuración antes del 15 de julio, para tratar de llegar a un acuerdo definitivo para la toma de control del negocio europeo de GM lo antes posible.
La propuesta presentada a los sindicatos, en una reunión celebrada en Fráncfort, establece un ahorro anual de 350 millones de dólares durante el periodo 2010-2014, que podría implicar reducciones salariales y de jornada.
Bona ha advertido de que se trata de una "previsión muy difícil de alcanzar", aunque ha subrayado que los sindicatos han expresado su disposición a "estudiar y negociar medidas de ahorro bajo actitudes responsables para garantizar la viabilidad futura del negocio".
Aunque todavía se desconoce el impacto que tendrá el plan de reestructuración sobre Figueruelas, Bona ha señalado a Efe que los planes manejados por Magna asignan a la planta española una carga de trabajo de 320.000 unidades anuales, cifra que coincide con las previsiones para 2009 fijadas por la dirección de la planta.
La fábrica zaragozana se encuentra inmersa en dos expedientes de regulación de empleo (ERE) -uno de un año de duración para 600 puestos de trabajo y otro de diecisiete días para la totalidad de la plantilla- debido a que cuenta con una mayor capacidad de producción.
Figueruelas, donde se fabrica el Opel Corsa, el derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva, alcanzó en 2007 un récord de producción de 485.857 unidades, pero la caída de la demanda limitó esa cifra a 430.000 automóviles el pasado año.
Los representantes sindicales de la planta zaragozana, así como la administración central y autonómica, han subrayado la necesidad de buscar una solución para GM basada en criterios económicos y de producción, y no políticos, lo que beneficiaría a Figueruelas frente a otras factorías por sus mayores niveles de productividad.
Bona ha apuntado que en las próximas semanas se convocarán nuevas reuniones para conocer el estado de las negociaciones en torno al futuro del fabricante automovilístico.
Los gobiernos de España y Aragón participaron el pasado 18 de junio en Berlín en un encuentro convocado por el Ejecutivo alemán -principal avalista de la compañía-, al que también asistieron el resto de países europeos presencia de GM.
El Gobierno de Aragón está a la espera de conocer los planes de Magna para firmar el aval de 200 millones de euros comprometido con GM, con el objetivo de garantizar las inversiones necesarias para el inicio de la producción de la nueva generación del Opel Meriva en la planta de Figueruelas, a partir de la primavera de 2010.