Una remodelación que calculó no durará más de un año, si empieza en 2009, un año en el que la aseguradora se daría por "satisfecha" si consiguiera ingresar 18.000 millones de euros en primas porque teme que "las cosas van a ir a peor".
Con esas previsiones, Martínez adelantó que es "posible" que las menores ventas de pólizas en España no se compensen con las primas del exterior, que son las únicas que suben en este momento.
Así, en este ejercicio Mapfre prevé que siga aumentando la participación de primas del exterior hasta igualar el volumen en España -sería un hecho histórico-, con lo que la contribución de las primeras al resultado se elevaría al 40% frente al 30% del cierre de 2008.
En cuanto a Latinoamérica, donde la compañía tiene presencia en gran parte de los países, Martínez dijo que el sector asegurador en la región de momento no se está viendo afectado, si bien dijo, acabará viéndose afectado.
No obstante, puntualizó que serán aquellas compañías más diversificadas las que aguanten mejor la crisis.
Actualmente Mapfre mantiene acuerdos de bancaseguro con Caja Madrid, Bankinter, Caja Duero y Caja Castilla-La Mancha (CCM), entidad esta última que, aseguró, sigue funcionando con "total normalidad o incluso mejor" tras su intervención por parte del Banco de España.
La aseguradora admitió que no le importaría llegar a más acuerdos de este tipo, tal y como le ha pedido alguna caja, si bien esperará a conocer el nuevo mapa del sector financiero tras su reestructuración.
Entre los retos para este año, en los que la aseguradora ocupa ya el octavo puesto en la clasificación europea por ramo de no vida, Martínez destacó la integración en Mapfre Internacional de su negocio de "Global Risks", a través del cual actúa como aseguradora de grandes compañías de todo el mundo.
También espera promover el crecimiento sostenido de ingresos y resultados mediante sus planes de negocios.
En su discurso, Martínez criticó duramente el funcionamiento de aquellos fondos de inversión que con acciones prestadas ponen a la venta en el mercado un gran número de títulos que hacen caer el valor de la compañía.
"Soy enemigo de que eso se permita", incidió Martínez, quien pidió que se revise en esta crisis todo lo que ha funcionado mal, además de subrayar que la bolsa "está hecha para captar capitales y no para que unos señores ganen dinero a costa de bajar el precio de las acciones".