Mas-Colell, que ha participado en el desayuno informativo Fórum Europa, ha defendido la actuación del ejecutivo catalán en la lucha contra el elevado endeudamiento de la Generalitat y ha lamentado que el Gobierno central no se haga "corresponsable" de estos planes.
El plan, basado en un ajuste del gasto del 10% para el 2011 que se enmarca en un proyecto plurianual, plantea objetivos "difíciles, pero asumibles", que se verán reflejados en unos presupuestos de la Generalitat que, ha garantizado, no incluirán "ni partidas fantasmas" ni "contabilidad creativa".
Para el conseller de Economía, el esfuerzo que realiza la Generalitat para reducir su deuda debería merecer el "apoyo moral" del Gobierno central y, en concreto, de cada uno de sus ministros.
En esta línea, ha afirmado que el gobierno español no debería participar en campañas tanto internas como externas que buscan "culpabilizar" a las autonomías del déficit español.
"Sería miope erosionar la reputación de las autonomías", ha dicho, tras advertir que podría ocurrir que esta campaña acabe afectando al mismo Estado. "Quien habita en casas de cristal no debería lanzar piedras", ha apuntado.
Mas-Colell ha reprochado también al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que se niegue a adelantar las cantidades del fondo de competitividad correspondiente al 2011 cuando sí lo hizo en el 2009 y 2010, al tiempo que le ha instado a concluir las reformas estructurales pendientes para flexibilizar la economía.
El conseller ha vuelto a advertir de los efectos de la "espiral dramática" de los intereses que paga por la elevada deuda, tras señalar que el incremento de los intereses respecto al 2010 equivalen al presupuesto de un departamento y medio de cultura o a todo el gasto que realizan las obras sociales de las cajas en Cataluña.
Respecto al proyecto de presupuestos de la Generalitat para el 2011, ha defendido que el recorte del gasto no se haga de manera lineal sino que se estudie "caso por caso", "escuela por escuela" e incluso "hospital por hospital" para garantizar la inversión en los servicios básicos, en lugar de aplicar las recomendaciones del Gobierno central, que "ignoran la realidad territorial".
En esta línea, ha asegurado que los presupuestos que se presentarán dentro de poco en el Parlament destinarán un 70% al gasto social, frente al 67% de las cuentas del 2010.
A su juicio, los presupuestos que entrarán en la cámara catalana merecen ser aprobados por "una amplia mayoría" de las fuerzas políticas.
Preguntado durante el coloquio posterior a su conferencia por si las cuentas que prepara prevén recortes en algún departamento de hasta el 40%, Mas-Colell no lo ha descartado y ha optado por asegurar que "no puede dar esta información".