La OCDE reclama a Reino Unido que impulse la productividad de su economía para fomentar el crecimiento

EUROPA PRESS 24/02/2015 19:43

En un informe presentado este martes en Londres sobre la economía británica, la OCDE remarca en que está previsto que el país siga creciendo tanto en 2015 como en 2016, pero incide en que siguen existiendo complicaciones para impulsar la productividad y hacer que el crecimiento futuro sea más inclusivo.

El documento prevé que en 2015 la economía británica registre un crecimiento en línea con el 2,6% en 2014, el mejor dato de todos los países del G7, después de que la recuperación se haya visto apoyada por un política monetaria altamente acomodaticia y por medidas para apoyar el crédito y revivir el mercado inmobiliario.

Asimismo, subraya que un mercado de trabajo "dinámico e inclusivo" ha permitido un rápido descenso de la tasa de paro al 5,7%. Sin embargo, la productividad laboral se ha ralentizado desde 2007, lo que está frenando los salarios y la mejora de la calidad de vida. Además, los precios de la vivienda han subido con rapidez, ya que la oferta no ha logrado crecer lo suficiente para cubrir la demanda.

"Reino Unido ha hecho enormes progresos para salir de la peor crisis económica de nuestra vida. La creación de empleo es considerable y el crecimiento fuerte, pero Reino Unido tiene que acabar el trabajo", remarcó el secretario general de la OCDE, Angel Gurría.

En concreto, incidió en que impulsar la productividad es "esencial" para que la recuperación sea duradera y garantice que sus beneficios son compartidos por todos, lo que requiere mayores esfuerzos para mejorar infraestructuras, mejorar al acceso a la financiación para los negocios sólidos y promover la formación.

En este contexto, la OCDE sugiere la puesta en marcha de una estrategia de infraestructuras a largo plazo y añade que, dados los limitados servicios públicos, se podría financiar mediante alianzas público privadas y garantías públicas a proyectos financiados por empresas privadas.

Por otro lado, aboga por nuevas reformas en el sector bancario para mejorar su estabilidad, lo que podría apoyar la concesión de créditos en el medio plazo, así como por repartir "justamente" la carga de las medidas de consolidación fiscal.