Obama lanza plan para ayudar a 9 millones de víctimas de la crisis inmobiliaria

INFORMATIVOS TELCINCO / EFE 18/02/2009 15:30

En un discurso en Mesa, en las afueras de Phoenix (Arizona), Obama afirmó que el "Plan de Estabilidad y Asequibilidad de la Vivienda" tiene como objeto atajar una crisis como no han "conocido hasta ahora".

"Todos nosotros estamos pagando un precio por esta crisis hipotecaria. Y todos nosotros pagaremos un precio aún mayor si permitimos que esta crisis se ahonde", destacó el mandatario estadounidense en una de las zonas del país más afectadas por las ejecuciones hipotecarias.

El plan, más ambicioso de lo que se anticipaba en un principio, cuando se hablaba de una dotación de 50.000 millones de dólares, tiene como objeto permitir que hasta nueve millones de propietarios afectados por la crisis puedan reestructurar sus hipotecas y/o evitar las ejecuciones de sus préstamos.

Según Obama, una parte se destinará a ayudar a "propietarios responsables", dueños de viviendas que quisieran modificar en su beneficio los términos de sus hipotecas, pero que actualmente no pueden hacerlo porque sus casas han perdido valor.

Este grupo, según la Casa Blanca, alcanzaría entre los cuatro y los cinco millones de personas.

Otra parte se destinaría a ayudar a entre tres y cuatro millones de personas que, debido a la recesión, tienen problemas para pagar sus cuotas de la hipoteca cada mes, pero no pueden vender la casa porque se ha desvalorizado.

El fondo ayudará a aquellos que se comprometan a pagar una cantidad razonable a conservar sus hogares, promete la Casa Blanca.

En su alocución, Obama aseguró que esta ayuda está destinada a "rescatar a aquellos que han cumplido las normas y que actuaron de manera responsable", y no beneficiará a los especuladores.

Además, dentro del Plan presentado hoy por Obama, el Tesoro de EE.UU. doblará el importe de las ayudas a las entidades hipotecarias semiestatales Freddie Mac y Fannie Mae, de 100.000 a 200.000 millones de dólares, para "garantizar la fortaleza y la seguridad del mercado hipotecario y para ayudar a mantener la asequibilidad de las hipotecas".

Ambas entidades quedaron prácticamente nacionalizadas el año pasado para evitar su bancarrota a raíz de la crisis financiera. Entre las dos sustentan más del 40 por ciento de los créditos para vivienda en EE.UU.

Otras medidas previstas en el plan incluyen que se permita a los jueces modificar los términos de los préstamos hipotecarios durante el proceso de declaración de bancarrota para un propietario, y el establecimiento de ayudas para inquilinos obligados a abandonar sus residencias porque el dueño ha perdido la casa.

El plan anunciado hoy, según Obama, "no salvará cada vivienda", pero "dará a millones de familias resignadas a la ruina financiera una oportunidad de comenzar de nuevo".

La crisis hipotecaria se encuentra en la raíz de los actuales problemas económicos estadounidenses y, a juicio de los analistas, en tanto no se resuelva, la economía no podrá recuperarse.

Obama explicó que "cuando el mercado inmobiliario se hundió, también lo hizo la accesibilidad del crédito, sobre el que se basa" la economía estadounidense.

En la actualidad, según la Asociación de Banca Hipotecaria de EE.UU., cerca de 10.000 propietarios de viviendas ven ejecutada su hipoteca diariamente.

A finales de 2008, más del 9% de los préstamos para la vivienda habían registrado algún tipo de retraso en sus pagos o se habían ejecutado.

La agencia de calificación de riesgo Moody's indicó que de los cerca de 52 millones de propietarios de viviendas sujetas a una hipoteca, aproximadamente el 27%, 13,8 millones, debe más en esa obligación que lo que valen sus casas.

El plan dado a conoce hoy representa el último intento de la Casa Blanca para hacer frente a la crisis económica.

La semana pasada, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dio a conocer un plan de rescate financiero y el martes Obama promulgó el de estímulo económico valorado en 789.000 millones de dólares.