Estos datos confirman que la economía europea se desaceleró en 2007, pues un año antes el crecimiento se había elevado al 2,8 por ciento en los países de la moneda única y al 3,1 por ciento en los Veintisiete. La actividad fue perdiendo fuelle a lo largo del ejercicio, aunque con cierto repunte en el tercer trimestre.
En términos interanuales, el crecimiento en la eurozona pasó del 3,2% en el primer trimestre al 2,5 por ciento en el segundo y el 2,7 por ciento en el tercero, hasta bajar al 2,2% en el último. En el conjunto de la UE, la actividad comenzó el año creciendo el 3,3%, bajó al 2,8% en el segundo trimestre y remontó al 2,9% en el tercero, para caer al 2,5% en los tres últimos meses.
El caso de España
El PIB español avanzó el 0,8% en los tres últimos meses del año. La desaceleración de la economía española el año pasado fue clara, ya que pasó de crecer el 4,1% en el primer trimestre al 4% en el segundo, el 3,8% en el tercero y el 3,5% en el cuarto.
Moderación del consumo
Respecto a la composición del crecimiento en el último trimestre, Eurostat destaca la moderación del consumo privado, que en la eurozona cayó el 0,1 por ciento (frente a la subida del 0,5% previa) y en la UE subió el 0,1 por ciento (desde un alza del 0,6%).