De acuerdo con datos del mercado y con expertos consultados, el diferencial de la deuda española se situó en 204 puntos, nivel desconocido desde hace un mes, debido a que Moody's bajó dos escalones la nota de los bonos de Irlanda, hasta "Baa3", un nivel por encima del bono basura. Además situó su perspectiva en "negativa".
El rendimiento de la deuda irlandesa a diez años quedó al cierre de la sesión en el 9,505 por ciento, frente al 9,155 por ciento de la víspera, mientras que el diferencial con los títulos alemanes pasó de 573 a 613 puntos básicos.
La posibilidad "creciente" de que Grecia necesite reestructurar su deuda y que sus acreedores tengan que renunciar a cobrar una parte de la misma también incidió en el mercado, pues los bonos a diez años griegos alcanzaron precios y rentabilidades históricos.
Aunque el Gobierno griego anunció hoy que recaudará 50.000 millones de euros mediante privatizaciones de empresas y bienes estatales, con el fin de reducir el déficit y la deuda pública, el rendimiento del bono griego pasó del 13,155 por ciento al 13,711 por ciento. El diferencial con los títulos alemanes pasó de 973 a 1.037 puntos básicos.
La deuda portuguesa también se situaba en máximos al acercar su interés al 9 por ciento. En esta sesión crecía diez centésimas, hasta el 8,867 por ciento.
En cuanto a la evolución de la deuda española, en esta sesión el precio de las obligaciones a diez años bajó 72 centésimas, hasta el 100,63 por ciento, mientras que su rendimiento ascendió del 5,32 al 5,417 por ciento. La rentabilidad de la deuda alemana cayó cinco centésimas en esta jornada, hasta el 3,378 por ciento.
En cuanto al coste de los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos a 10 años españoles se situaba a esta hora en 237.230 dólares, 2.100 más que en la víspera, mientras que los CDS griegos se negociaban por encima del millón de dólares, a 1.070.540 dólares, 26.100 dólares más caros.