Sorpresa y desconcierto ante la decisión de GM de no vender Opel

AGENCIA EFE 04/11/2009 11:44

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, describió hoy el efecto de la noticia, destacó que "ha sido una sorpresa que nadie esperaba" y añadió: "no entiendo cómo GM ha manejado esta crisis".

General Motors anunció la cancelación de la venta de Opel a la empresa de componentes austro-canadiense Magna en un comunicado en el que el consejero delegado de GM, Fritz Henderson, explicaba que el grupo había decidido estudiar la posible reestructuración de Opel y anuncia que en breve presentará un plan concreto.

A pesar de las garantías expresadas en las declaración de Henderson, el proceso de venta de Opel ha generado intensas negociaciones y acuerdos que quedan en el aire, como el alcanzado con Magna por la factoría de Figueruelas, cuyos representantes sindicales se muestran expectantes ante la decisión de GM.

Los sindicatos de la planta aragonesa esperan conocer cuanto antes el nuevo plan industrial para la factoría antes de adoptar medidas de presión como las anunciadas por el comité de empresa de Opel en Alemania, que ha convocado huelgas para mañana.

Los sindicatos han reconocido que la cancelación de la venta ha sido una "bomba" y que hay que volver a empezar de nuevo otro periodo de negociaciones.

El presidente del Comité de Empresa, José Juan Arcéiz, de UGT, ha reconocido que la sorpresa ha sido "mayúscula" porque sólo había una posibilidad entre cien de que finalmente GM decidiera no vender Opel a Magna.

Igualmente expectante y sorprendido se mostró el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, que ha dicho que hay que seguir trabajando y "volver a empezar" para alcanzar un buen acuerdo para la planta de Figueruelas.

El ministro de Industria opinó que cualquier acuerdo que se logre con General Motors sobre el futuro de la planta de Opel en Figueruelas no podrá ser peor al alcanzado con Magna porque "no vamos a volver a la casilla de salida".

Sebastián se ha reunido con el Gobierno de Aragón y los representantes de UGT y CCOO en el Comité de Empresa, a los que ha llamado a la sede del ministerio para analizar la situación.

Tras esta reunión, el Gobierno de Aragón y los sindicatos esperan un plan industrial de General Motors con carácter inmediato y confían en alcanzar un acuerdo con la multinacional estadounidense a finales de año.

Los representantes del Ejecutivo autonómico en la reunión, los consejeros de Economía, Alberto Larraz, y de Industria, Arturo Aliaga, han explicado que a partir de ahora, con esta nueva situación, se abre un nuevo proceso en el que habrá colaboración entre todas las partes, al igual que sucedió en la negociación con Magna.

General Motors explicaba en el comunicado en el que anunciaba la cancelación de la operación que la decisión de no vender es debida a "la mejora de las condiciones de negocio" registrada en las últimas semanas, así como la importancia de las dos marcas, Opel y Vauxhall, que estaban en venta.

"Aunque siguen siendo tensas, las condiciones del negocio en Europa han mejorado", señalaba Herdenson, que también aseguraba que "la salud financiera y la estabilidad de General Motors ha mejorado significativamente en los últimos meses, lo que nos ha dado la confianza de que nuestro negocio europeo puede ser reestructurado".

"Desde el principio nuestro objetivo ha sido asegurarnos la mejor solución a largo plazo para los clientes, empleados, proveedores y concesionarios, y esto es precisamente lo que se refleja en la decisión que hemos adoptado hoy", añadía.

"Esta decisión -agregaba- es la más estable y la de menor coste para asegurar el futuro de Opel y de Vauxhall a largo plazo".