Gómez lo expresó así en su primera comparecencia tras ser nombrado ministro ante la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso, durante la cual se refirió a las reformas del sistema de pensiones, de las políticas activas de empleo y de negociación colectiva y al desarrollo de la reforma laboral, ya aprobada.
Entre dichas reformas, el ministro anunció que Trabajo ultima la del régimen especial de los empleados de hogar, cuya novedad principal es que las empresas especializadas podrán contratar a los empleados de hogar para así garantizar las cotizaciones a la Seguridad Social y la protección por desempleo para estos trabajadores.
También anunció que sustituirá el actual Programa temporal de protección por desempleo e inserción (PRODI), la denominada ayuda de 420 euros, por otro vinculado a acciones de formación y a la búsqueda de empleo.
Gómez tuvo un rifirrafe importante con el diputado del PP José Ignacio Echániz, quien dijo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene la misma credibilidad que "Antoñita la fantástica" y a quien comparó con un "bombero pirómano".
Gómez respondió al diputado popular que el PP no ha aportado ninguna propuesta al debate, al tiempo que le acusó de no haber sido ajeno al proceso del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de ser responsable en parte de los males que aquejan la economía y el mercado laboral.
Ante las críticas del portavoz de ERC-IU-ICV, Gaspar Llamazares, por no haberse referido a la huelga general como respuesta a la aprobación de la reforma laboral, Gómez criticó al propio Ejecutivo por haber "dialogado más y haber decidido menos" y subrayó que ahora es el momento de tomar decisiones.
En respuesta al diputado de ERC Joan Tardá sobre la conveniencia de cambiar determinados aspectos de la reformas, como que sea causa del despido la previsión de pérdidas para las empresas, el ministro dijo que el Gobierno quiere aclarar la forma "en que se puede realizar este asunto".
Además, justificó este punto al señalar que el Ejecutivo pretendía "huir" de un mercado en el que más del 85% de los despidos eran improcedentes.
Al portavoz del PNV, Emilio Olabarría, que preguntó sobre el "modelo austríaco", Gómez le respondió que aunque ya existe el FOGASA, la pretensión de que haya un instrumento para financiar el despido y mejore la capacidad de movilidad de los trabajadores no le parece "mala".
A una pregunta del portavoz de CiU, Carles Campuzano, sobre las agencias privadas de colocación, respondió que no hay razón alguna por la que España sea el único país de los grandes de la UE que no las haya legalizado.
La diputada del grupo mixto, Uxue Barko, planteó los escasos efectos de la reforma sobre la contratación indefinida, aspecto que rebatió el ministro al decir que antes de aprobarse, el 17% de los contratos eran de fomento del empleo y que en octubre el porcentaje ya ascendía al 28,6%.
Respecto al sistema de pensiones, dijo que habrá un conjunto de recomendaciones que se estudiarán en la comisión del Pacto de Toledo ante la cual comparecerá mañana.
Valeriano Gómez apeló de nuevo al diálogo social con los interlocutores sociales, aunque insistió en que todas las reformas no van a dejar de hacerse en los plazos previstos, y aseguró que trabajará para acortarlos todo lo que sea posible.