Violencia y bloqueos ante la llegada del tren de basura radiactiva a Gorleben

AGENCIA EFE 07/11/2010 08:42

Los choques han dejado un número indeterminado de agentes y manifestantes heridos en las localidades de Dannenberg y Harligen, próximas a Gorleben, y al menos un vehículo policial calcinado, según varios medios locales.

Los efectivos policiales emplearon cañones de agua, porras y gases lacrimógenos para contener a los activistas, que lanzaron a su vez piedras, bengalas y cócteles molotov.

Los antinucleares buscan a toda costa retrasar el transporte de los residuos, encadenándose a las vías, descolgándose de puentes o desenterrando los raíles, con el objetivo de denunciar los riesgos de la energía nuclear.

Los organizadores estimaron que este fin de semana han congregado en Dannenberg, la localidad más próxima a Gorleben, a unos 50.000 manifestantes, entre los que destacaron cantantes, actores y líderes políticos de la oposición alemana.

Esta concentración, mayoritariamente de carácter pacífico, se ha convertido en la mayor protesta antinuclear de las últimas tres décadas.

Por su parte, las fuerzas de seguridad han movilizado a al menos 16.500 efectivos para escoltar el tren, lo que supone su mayor despliegue para asegurar el transporte de basura radiactiva desde 2001.

Mientras tanto, el polémico convoy, con 123 toneladas de residuos altamente radiactivos vitrificados en once contenedores especiales "Castor", prosigue su tortuosa ruta, plagada de bloqueos y manifestaciones.

Durante sus casi mil kilómetros por territorio alemán, el tren ha sido bloqueado por los activistas en al menos cinco ocasiones -en las localidades de Kehl, Darmstadt, Morschen, Kassel y Celle-, lo que ha generado un retraso acumulado de unas ocho horas.

Sobre las 17.30 hora local (16.30 GMT) el ten abandonó ya a oscuras la localidad de Lüneburg tras una breve parada técnica, para afrontar los últimos 50 kilómetros de su recorrido, la etapa más complicada.

Se desconoce a qué hora podrá alcanzar Dannenberg, ante el secretismo oficial sobre el horario del tren y la creciente intensidad de las acciones de los miles de antinucleares que esperan el tren.

Los medios de comunicación alemanes estiman que el convoy podría llegar alrededor de la medianoche, dependiendo de los bloqueos.

Desde Dannenberg los contenedores serán trasladados hasta el depósito de Gorleben en camiones por una de las dos carreteras disponibles, ambas de veinte kilómetros, un proceso que podría prolongarse durante horas ante la previsión de protestas, "sentadas" masivas y bloqueos con tractores.

El controvertido tren abandonó el viernes la planta de reprocesamiento de La Hague (norte de Francia) con residuos radiactivos tratados procedentes originariamente de Alemania.

Las protestas contra este tipo de energía en Alemania se han recrudecido tras la reciente decisión del gobierno de Angela Merkel, de prolongar la vida de las centrales nucleares del país.

En septiembre, el Gobierno de centro-derecha liderado por Merkel aprobó ampliar la vida de las 17 centrales nucleares del país una media de 12 años, ocho años para las más antiguas y 14 años para las más modernas.

Esta decisión, sustentada en motivos económicos y energéticos, revocaba el acuerdo alcanzado en 2000 por el entonces gobierno socialdemócrata-verde de Gerhard Schröder, según el cual la última central en Alemania debía cerrarse el año 2021.

Además, sigue latente la polémica sobre la legalidad del cementerio de Gorleben, que acoge ya 86 contenedores "Castor" con residuos altamente radiactivos.

Pese a sus dos décadas de existencia, este complejo es legalmente sólo un emplazamiento temporal, ya que los sucesivos gobiernos no han estipulado el emplazamiento de unas instalaciones definitivas para el almacenamiento permanente de los residuos radiactivos en Alemania.

La organización ecologista Greenpeace presentó recientemente una querella contra la reactivación del proyecto para transformar Gorleben en el almacén atómico permanente de Alemania.

Juan Palop