Así, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, comenzó con buen pie el último mes del año, acumulando tan solo en los tres primeros días un ascenso del 3,4%, muy lejos de la pérdida del 1,1% que se dejó en noviembre.
Este viernes el Dow Jones pudo además darle la vuelta a la tendencia bajista que había registrado durante la mayor parte de la jornada y cerrar la sesión con una subida del 0,17%, para acumular además un avance semanal del 2,62%.
También se comportó de esa manera el selectivo S&P 500, que subió un 0,26% esta jornada y un 2,97% con respecto al viernes pasado, al igual que lo hizo el índice compuesto del mercado Nasdaq, que avanzó este viernes un 0,47% y registró un ascenso semanal del 2,24%.
Los inversores se habían decantado por las ventas desde primera hora de la mañana al conocerse el dato mucho peor de lo esperado del índice del desempleo en Estados Unidos, que subió dos décimas y se situó en el 9,8%, la tasa más alta desde abril, según el Departamento de Trabajo de este país.
La tasa de desempleo había estado en el 9,6% durante tres meses consecutivos y la mayoría de los analistas había calculado que subiría sólo una décima, al 9,7%, en noviembre.
El mes pasado la economía tuvo una ganancia neta de apenas 39.000 empleos, muy por debajo de los pronósticos de los analistas, que habían calculado que noviembre tendría un incremento de 155.000 puestos de trabajo, por lo que el resultado muestra un estancamiento inesperado en el crecimiento del empleo.
Sin embargo, los inversores supieron verle el lado positivo a ese dato, ya que comenzaron a especular que tras esa noticia la Reserva Federal estadounidense tendría que continuar su plan de estímulo para la economía de la primera potencia mundial.
También calmó a los inversores la noticia de que el número de pedidos a fábricas en Estados Unidos bajó en octubre en menor medida de lo esperado por los analistas.
Las noticias desde Europa también parecían tranquilizar a los mercados, después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, reiterara que continuará con la adquisición de títulos de deuda de países de la zona del euro.
Ante ese panorama, las principales entidades financieras del país, que habían liderado las pérdidas durante la mañana, lograron salvar el día relativamente bien: Bank of America fue la más beneficiada, con un ascenso del 1,54%, seguida por Wells Fargo (0,94%), JPMorgan Chase (0,76%) y Citigroup (0,68%).
Esos ascensos se producían una jornada después de la revisión al alza por parte de Goldman Sachs -que sin embargo bajó hoy un 0,12%- de las perspectivas que tiene para este sector, algo que no hacía desde que estalló la crisis financiera.
Este viernes el grupo español de comunicación Prisa se estrenó con un descenso del 5,44% en la Bolsa de Nueva York, donde comenzaron a cotizar hoy los 627,8 millones de nuevas acciones emitidas a través de la ampliación de capital aprobada el 27 de noviembre por su junta de accionistas.
En el mercado Nasdaq, Google subió un 0,21% después de que se conociera que ha ofrecido 1.900 millones de dólares por un edificio de oficinas en el barrio neoyorquino de Chelsea, lo que supone el precio más alto pagado por un sólo inmueble en este país durante el último año.
Este viernes destacó además el fuerte ascenso de los precios del crudo, que tocaron su nivel más alto en dos años al ascender un 1,35% y situarse en los 89,19 dólares por barril (159 litros).
También se disparó el precio del oro, que esta jornada cerró por encima de los 1.400 dólares al añadir 16,9 dólares al precio de cierre del día anterior y cerrar a 1.405,4 dólares.
Por otra parte, el dólar se debilitó ante otras divisas, como el euro, moneda por la que se cambiaba a 1,3411 dólares, comparado con los 1,3224 de la jornada anterior, y la rentabilidad de la deuda pública continuaba su tendencia alcista para situarse en el 3%.