A prueba Kia Stonic: el pequeño todocamino compacto pensado para ser cómodo, divertido y asequible

  • La hibridación ligera en la versión GT-Line, le adorna con unos consumos muy razonables y la etiqueta Eco de la DGT

  • Su filosofía familiar queda refrendada por su excelente suspensión, que le dota de elevado confort y contenidos balanceos

Con unos 30 competidores en el segmento de todocaminos del segmento B, el Kia Stonic se posiciona compitiendo fundamentalmente en dos apartados. El primero es el del precio, ofreciendo una buena relación entre lo que pagas y lo que te llevas. Además, sus precios están entre los más contenidos de dicho segmento, una inteligente jugada de la marca coreana que ofrece un coche sencillo pero eficaz en un segmento en el que el precio es decisivo.

El segundo apartado es su filosofía de coche enfocado a la comodidad. No busca la deportividad (tampoco la rehúye, como veremos) sino ofrecer un caudal de sensaciones razonable que convenza a una mayoría de ocupantes de su buen hacer en lo esencial: un comportamiento confortable y oportuno en casi todas las circunstancias de conducción.

En tercer lugar destacaremos unos consumos interesantes si realizamos una conducción sensata, lo que se complementa con una relativa diversión si buscamos sensaciones.

Cómo es

Hemos probado la versión 1.0 T-GDi MHEV GT Line. Descifremos la sopa de letras. Ya sabemos que el 1.0 nos indica la capacidad del motor en centímetros cúbicos (999 c.c. en este caso, o sea cerca de mil o 1.0), después viene la identificación del sistema de potencia, las iniciales que lo identifican como un híbrido ligero y la versión, GT Line, que es la última novedad en la gama Stonic y que se sitúa como tope de la misma.

- El Stonic es un todocamino con una relativamente buena altura libre al suelo de 18,3 centímetros, aunque quizá su cota más definitoria son los 4,14 metros de largo que lo sitúan entre los todocamino compactos pequeños. De ancho ofrece 1,76 m, mientras que de alto solo alcanza los 1,52 metros. Su batalla es generosa en relación a su longitud, con 2,58 metros y su peso de 1.185 kilos lo sitúa como uno de los productos más ligeros del segmento.

- Su motorización es híbrida ligera de las llamadas de 48 voltios. Esto quiere decir que su motorcito eléctrico y su batería solo generan corriente eléctrica para apoyar con algo de potencia extra a su motor térmico de tres cilindros y 120 caballos de potencia, turbopropulsado y con sistema de inyección directa. Esta combinación le otorga la etiqueta Eco de la DGT y la consiguiente entrada futura sin problemas a las zonas de bajas emisiones de los centros urbanos.

- Sus prestaciones oficiales señalan 185 km/h como su velocidad máxima y 10,4 segundos a su aceleración 0-100 km/h. En cuanto a consumos, Kia señala los 5,7 l/100 km como su cifra estrella.

- El maletero acoge 352 litros en capacidad de carga que crecen hasta 1.155 litros con los asientos traseros abatidos (se pueden abatir en dos partes disímiles en 60/40). Su boca de carga es muy ancha, está ligeramente alta y dispone de algunos ganchos y otros huecos, además de un espacio debajo de la bandeja en el “vive” la batería del sistema híbrido y que puede servir para llevar algún objeto (aunque no sea aconsejable para no sobrecalentarla). La rueda de repuesto, que ya es una excepción en la mayoría de coches, también es sustituida en el Stonic por un kit antipinchazos.

- Este Stonic cuenta con numerosas ayudas a la conducción, como el sistema de asistencia de mantenimiento de carril, de seguimiento de carril con tráfico intenso, de frenada de emergencia (colisión frontal), de fatiga del conductor, de luces, sensores y avisador de aparcamiento delanteros y traseros, cámara trasera.

- En cuanto a conectividad, admite Android Auto y Apple CarPlay. Cuenta en esta versión con una pantalla digital central de 8 pulgadas (11 cm) para el infoentretenimiento situada en el salpicadero con la última versión del sistema UVO Connect de Kia, que ofrece muchos servicios (tiempo, info de tráfico, precio de combustible...). Pero lo mejor es que aporta mandos para control de radio y climatizador aparte, así como acceso a otras de las principales funciones como mapa o navegación.

Cómo va

Hoy comenzaremos por una estética agradable y picante en un utilitario que necesita personalidad propia para destacar. La opción del bitono, el frontal “Tiger nose” de Kia, las barras de techo, el símil difusor trasero y el doble escape le dan un toque llamativo. Todo con el tono razonable y sin estridencias de la marca.

El interior acusa algo su sencillez. La ergonomía del salpicadero es muy buena y en él nada disgusta, aunque resulta quizá ligeramente clásico y de plásticos duros, a pesar de la preeminencia de la tecnología en el salpicadero y su buen aspecto y sensación de calidad percibida. Su volante achatado por abajo limita en cambio ese clasicismo, así como los guarnecidos de los asientos que le dan un toque algo más deportivo y juvenil (y que por cierto recogen bastante la espalda en curvas).

En cuanto a su conducción, puede depender bastante del modo de conducción que adoptemos y que podremos cambiar con un botón situado en la consola. El coche arranca siempre en Eco, ideal para retener al máximo los consumos y cuenta con dos niveles más: Normal y Sport. Cuidado porque la respuesta va haciéndose más ágil y divertida, pero también los consumos se incrementan al compás. Y hablando de consumos comentar que tras varios trayectos hemos logrado 5,2 litros a los 100 km en autovías y buenas carreteras con velocidades legales sostenidas y 6,6 litros a los 100 km en ciudad. Eso nos deja en unos 5,8 l/100 km, muy cercanos a la media oficial de 5,7 litros a los cien. Eso sí, repetimos que nos dio la sensación de que este Stonic es especialmente sensible al tipo de dinámica impuesta por el conductor.

Esta dinámica es siempre muy confortable. A pesar de que es un coche alto sus suspensiones realizan un magnífico trabajo y no dejan mecerse ni cabecear el coche en las curvas. No es un turismo, pero de su segmento creemos que es uno de los que mejor contienen los movimientos de la carrocería. También en este apartado tenemos que aludir a los modos de conducción. El modo Eco es un modo tranquilo y relajado. Pero la personalidad cambia y bastante en Normal y Sport. Las sensaciones se vuelven rápidas y el acelerador sorprende por su respuesta más vivaz. Esto no quiere decir que el enfoque familiar del coche se transforme en el de un deportivo. Pero sí que es posible divertirnos con él si en algún momento queremos quitarnos el gusanillo.

El motor responde siempre muy bien a las exigencias del momento, lo que combina con un cambio automático de siete velocidades que hace su trabajo sin dejarse notar. El freno agrada por su contundencia y las suspensiones destacan sin duda, siendo unas de las grandes protagonistas del modelo, ofreciendo confort a los pasajeros sin penalizar en absoluto los balanceos de la carrocería tal y como comentábamos más arriba.

Es un coche con muy buena visibilidad y en el que los sistemas de ayuda a la conducción son rápidos y eficaces y la conectividad fluida. El sistema de infoentretenimiento de Kia es sencillo y es fácil habituarse a él.

En cuanto a espacio, las plazas delanteras no tienen pega y atrás desde luego no es el coche ideal para cinco pasajeros. Cuatro irán cómodamente sentados, acusando quizá un hueco para pies algo justo en los viajes más largos. En general, supera sin pegas el apartado, máxime cuando pensamos en su digno maletero de 352 litros de capacidad para un coche de sus contenidas dimensiones.

¿Interesa?

Este Kia Stonic es un modelo sin excesivas pretensiones y hace muy bien. En un segmento tan disputado, ofrece el precio como virtud, algo que sus clientes-objetivo seguro que agradecen. En esta versión la más alta de gama el configurador de Kia fija su precio en 22.711 euros en los que incluye ayuda del Plan Moves III, es decir, con entrega de vehículo. Sin embargo, su gama comienza desde 14.100 €, con el motor térmico más sencillo a gasolina con 84 CV.

Estos precios son de los más reducidos de entre los que se encuentran en su competencia, mientras que la calidad nos parece en general interesante. Es por esto que pensamos que el Stonic es una buena compra siempre que entre nuestras necesidades el espacio no sea una de las condiciones. Si esto es así, Kia y otras marcas tienen otros modelos en el mercado más convenientes.

El Stonic es un modelo razonable, que aporta soluciones en la mayoría de apartados que busca un comprador tipo del segmento, eso sí, sin lujos ni concesiones que le hagan crecer en precio. Es ese sentido común la característica que coloca al Stonic en un elevado lugar a la hora de intención de compra y que le sitúa como el tercer modelo más vendido de la marca coreana.

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