Los accionistas de UBS confirman a la dirección y engullen las nuevas pérdidas y despidos

AGENCIA EFE 15/04/2009 08:58

Cerca del 98 por ciento de los 5.000 accionistas presentes en la quinta Asamblea General que UBS convoca en el lapso de un año avalaron la elección de Kaspar Villiger, ex ministro de Finanzas, como presidente del Consejo de Administración, en sustitución de Peter Kurer.

También casi por unanimidad fueron confirmados tres nuevos consejeros, lo que sumado a cambios hechos anteriormente pone en pie un órgano de vigilancia renovado, en el que sólo tres de sus doce miembros fueron designados antes de la crisis en la que se precipitó la entidad a mediados de 2007.

Antes de la reunión de accionistas, UBS anunció perdidas cercanas a los 2.000 millones de francos suizos (unos 1.300 millones de euros) en el primer trimestre del año, un resultado poco alentador y que impide olvidar que el banco cerró 2008 con una pérdida histórica de 13.232 millones de euros.

Estos resultados revelan, asimismo, que 2009 será un año difícil, dado que las pérdidas en sólo tres meses se asemejan a las sufridas en todo 2007 (2.909 millones de euros).

Otro de los factores que refuerzan el pesimismo es que el banco pretende hacer un ajuste de su plantilla que afectará a 8.700 trabajadores, por lo que su personal pasará de 76.200 a 67.500.

Desde el inicio de la crisis, UBS ha despedido a más de 20.000 empleados.

Según el banco, el perjuicio del primer trimestre se debió: a unas pérdidas de 2.550 millones de euros en inversiones de riesgo no líquidas; a provisiones por riesgos en créditos y a adaptaciones del valor de los "activos tóxicos" que UBS transfirió al fondo especial creado por el BNS como parte de un plan de rescate aprobado por el Gobierno.

Asimismo, sufrió salidas de fondos en su división de Gestión de Fortunas y Banca Suiza, que casi alcanzaron los 15.200 millones de euros.

Ante esta realidad, el nuevo director general, el alemán Oswald Grübel, aseguró que si bien el banco se encuentra en el buen camino, los resultados no se verán a medio plazo.

Grübel, que hablaba por primera vez ante los accionistas, recordó que hay multiplicidad de frentes a los que atacar, pero se mostró "confiado" a largo plazo.

Según el nuevo hombre fuerte de UBS -que substituyó a Marcel Rohner, quien llevaba menos de un año al frente del banco, el pasado febrero-, la reestructuración de la entidad debería asegurar un ahorro de entre 2.315 y 2.600 millones de euros desde ahora y hasta el fin de 2010.

Asimismo, explicó que el banco renunciará a ofrecer "ciertas prestaciones salariales anexas", en particular en el nivel directivo.

"Los beneficios que el banco distribuía a los colaboradores sobrepasaban a menudo las normas del sector y del mercado", reconoció Grübel.

Este fue uno de los temas polémicos durante la crisis del año pasado, dada las desorbitadas remuneraciones de sus dirigentes y de la extendida práctica de pagar a los empleados una parte salarial variable.

Esto fue hoy duramente criticado por los accionistas que intervinieron en la Asamblea, que sin embargo, han aprobado el nuevo sistema de remuneración que incluye pagos variables.

Con respecto al futuro, Grübel informó de que el banco debe seguir concentrándose específicamente en la gestión de fortuna internacional y reforzar su banca de negocios, pero también anunció que se reducirá el tamaño de la entidad, por lo que se evalúan las actividades que serán abandonadas.

"Vamos a abandonar ciertas áreas de actividad y reducir riesgos", afirmó.