ACS refinancia 2.350 millones de deuda, el 40% del total

EUROPA PRESS 13/02/2015 13:50

ACS ha firmado con un grupo de 43 bancos un acuerdo para refinanciar 2.350 millones de euros de deuda y extender su vencimiento cinco años, hasta febrero de 2020, según informó el grupo.

La compañía que preside Florentino Pérez reestructura así a largo plazo el 40% de su deuda total de 5.286 millones, coincidiendo además con la colocación en el mercado de Saeta, la filial en la que ha canalizado su negocio de energías renovables, con el que ingresará 642 millones.

En virtud del acuerdo de refinanciación, ACS ha dividido dicho importe de deuda en dos tramos. Uno de ellos constituye un préstamo de 1.650 millones de euros y, el otro, una línea de liquidez de 700 millones.

Con este pacto con la banca, la compañía de construcción y servicios ha procedido a cancelar un préstamo sindicado de 1.430 millones y otros tres créditos, que en conjunto suman 694 millones de euros, que suscribió en su día para comprar la participación de control en la constructora alemana Hochtief.

La reestructuración de esta deuda forma parte de la estrategia de ACS de recortar su endeudamiento y de diversificar sus fuentes de financiación.

VENTA DE ACTIVOS.

En el marco de esta estrategia, la compañía viene desarrollando en los últimos años un plan de desinversión de activos no estratégicos, tanto en la matriz como en las filiales alemana y australiana Hochtief y Leighton, respectivamente, con el fin de centrarse en sus negocios principales y obtener recursos para nuevas inversiones.

El próximo lunes, 16 de febrero, ACS cumplirá un nuevo hito de este plan de desinversiones con la colocación en Bolsa del 51% de Saeta, la filial yieldco que ha constituido con sus activos de energías renovables, y la venta en paralelo de otro 24,4% de esta empresa al fondo estadounidense GIP.

No obstante, ACS tiene aún pendiente lanzar su prevista primera emisión de bonos. La compañía suspendió a mediados de julio del pasado año una emisión de 500 millones de euros por la volatilidad y la incertidumbre que entonces provocó en los mercados la intervención del banco luso Espirito Santo.