El índice de actividad que elabora esa entidad de análisis se situó en 40,1 puntos el mes pasado, frente a los 36,3 puntos de marzo y a los 38,4 puntos que esperaban los economistas.
Un índice inferior a 50 puntos refleja un retroceso generalizado de la actividad en el sector y por encima de ese nivel, un crecimiento.
La actividad manufacturera se ha mantenido en una fase de contracción por quince meses consecutivos, aunque se perciben algunos signos de moderación en la tendencia bajista.
Norbert Ore, experto del ISM, destacó al difundirse los datos que el declive en el sector "continúa moderándose" y que, después de seis meses consecutivos por debajo de 40 puntos, ese índice "muestra una significativa mejoría".
Ore subrayó no obstante en un comunicado de prensa que queda aún un amplio camino por recorrer hasta que se note que el sector comienza a crecer.
El subíndice relativo a nuevos pedidos a las empresas subió a 47,2 puntos el mes pasado, desde los 41,2 puntos de marzo y el relativo al empleo en el sector ascendió a 34,4 puntos, 6,3 puntos más que el mes anterior.
El subíndice relativo a los precios que pagaron los empresarios por bienes y servicios para desarrollar su actividad se situó en 32 puntos, uno más que en marzo.