Este compuesto químico, que muestra altos niveles de persistencia, "ha generado alarma en todo el mundo por estar relacionado con la aparición de enfermedades como el cáncer o diabetes y con alteraciones en el funcionamiento de órganos y sistemas, como el hormonal o inmunológico", explica el informe.
Aún se desconoce a partir de qué umbral los COP son peligrosos, pero la OCU ha comprobado que existen grandes diferencias y falta vigilancia en muchas fuentes de contaminación. En el estudio se ha encontrado concentraciones especialmente altas de retardantes bromados de llama (PBDE) en domicilios muy dispares en Almería, Madrid y Valladolid. También se ha encontrado un caso con niveles elevados de lindano, (HCH), un pesticida muy utilizado hace años.
La OCU advierte que "el principal escollo para luchar contra los COP es que se dispersan y no se reconocen fácilmente", ya que no tienen olor ni color. "Tampoco hay forma de evitarlos porque en las etiquetas de los productos no se identifican", ha concluido.
Por ello, la OCU ha señalado que "la única arma contra los COP que tiene el consumidor es la ventilación del hogar y utilizar los puntos limpios para facilitar el reciclaje de productos viejos" Por otra parte, ha instado a la Administración a desempeñar un papel clave para "animar a que se investiguen alternativas a estas sustancias más seguras, vigilen los niveles en nuestro entorno y garanticen la eliminación de los focos que siguen emitiendo COP".