"Hay temas pendientes como el acceso de los productos agrícolas argentinos a Estados Unidos", comentó Timerman en una entrevista publicada hoy por el diario bonaerense Página/12.
Subrayó que no tiene "nada" que opinar sobre la reciente difusión en la web Wikileaks de documentos reservados del Departamento de Estado que pusieron en aprietos a las relaciones de Washington con el resto del mundo.
"No consideramos que atañe a Argentina cómo lleva adelante su sistema de información EE.UU. Ellos le dan instrucciones a sus diplomáticos como yo se las doy a los míos, no tengo nada que opinar", comentó.
Timerman dijo que recibirá "con mucho gusto" a Valenzuela y aseguró que desconoce los temas que le planteará el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Latinoamérica.
"¿Cuántos años puede tardar la primera potencia del mundo en estudiar si el limón" que exporta la provincia argentina de Tucumán "tiene o no un bicho?", se lamentó.
"Llevamos años con este tema, si EE.UU. tuviese voluntad ya lo habría resuelto. Eso es un castigo y se lo voy a plantear el lunes" a Valenzuela, agregó.
El canciller argentino señaló que hay una "buena relación" bilateral en materia nuclear y de seguridad, además de "una relación correcta y de buen diálogo" en el G20, del que forman parte ambos países.
Dijo que el 1 de enero pasado, con ocasión de la asunción de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, mantuvo una conversación en la que planteó a la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, la "falta de diálogo" de ese país con América Latina.
"Hillary, al mismo tiempo, me sorprendió porque elogió muy fuerte a los líderes de la región, que veía que no solo estaban en buena situación económica sino que veía un liderazgo que no iba a desaprovechar" ese auge.
Timerman consideró que la integración de Argentina con Brasil "garantiza la estabilidad de América Latina" y destacó que la buena relación entre ambos países está demostrada por la visita que hará este lunes el canciller brasileño, Antonio Patriota, para preparar la que hará Rousseff a fines de mes, el primer viaje al exterior de la mandataria brasileña desde que asumió el cargo.