La compañía alcanzó unas ventas netas de 5.183,5 millones de dólares (4.745,29 millones de euros) entre enero y septiembre, un 18% menos que en las mismas fechas del año anterior, cuando la compañía facturó 6.340,5 millones de dólares (5.804,48 millones de euros).
En el tercer trimestre, la compañía registró unas pérdidas de 697 millones de dólares (638,15 millones de euros), frente al beneficio neto de 91,4 millones de dólares (83,68 millones de euros) que obtuvo en el mismo periodo del año anterior.
Las ventas netas de la compañía se situaron en 1.631,2 millones de dólares (1.493,49 millones de euros) en el tercer trimestre, un 21% menos que en 2014, cuando la compañía facturó 2.059 millones de dólares (1.885,33 millones de euros).
"Ha sido un trimestre difícil impactado por el tipo de cambio y otras medidas macroeconómicas y nuestros resultados financieros no fueron como nos habría gustado que fueran", ha afirmado la consejera delegada de Avon, Sheri McCoy. No obstante, debido a ese "ambiente desafiante", McCoy se ha mostrado "orgullosa" del progreso de su equipo.