Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente.
La mejoría del crédito solicitado por la banca española al instituto que preside Mario Draghi tras pedir el rescate bancario se constata en un descenso también interanual. Comparado con mayo de 2012, la deuda neta de la banca con el BCE se redujo un 11,4%.
Este importe se incrementó en casi 80.000 millones en marzo de 2012 y superó la barrera de los 200.000 millones. Desde ese momento, la deuda creció hasta alcanzar el máximo de 388.736 registrado en agosto, para ir disminuyendo paulatinamente.