El complejo de la nueva sede acogerá en total a unos 6.000 trabajadores de la entidad, aunque este aforo máximo no se alcanzará hasta el próximo otoño. Durante el verano se producirá un continuo goteo de la pequeña parte de la plantilla que aún falta por trasladarse desde el Paseo de la Castellana.
La entidad incorporará una nueva forma de trabajo extensible a todos los empleados en la que no se contará con los despachos tradicionales, con el fin de facilitar la comunicación entre la plantilla.
La torre en la que se tomarán las principales decisiones de la entidad, 'La Vela', predomina en el cielo del Norte de Madrid gracias a su altura de 93 metros, los mismos que la estatua de la libertad de Nueva York.
Actualmente, la entidad ya ha completado el traslado de alrededor el 83% de la plantilla, con unos 5.000 empleados que ya tienen su día a día en el barrio de Las Tablas.
'La Vela', una torre de forma elíptica que acogerá a unos 200 trabajadores, vertebra en torno a una plaza central de 100 metros de diámetro un complejo de más de 114.000 metros cuadrados de oficinas y servicios.
El nombre de la torre más distintiva de la nueva ciudad BBVA se eligió tras un concurso de ideas entre los empleados de la entidad. Quizás otros de los nombres propuestos habrían casado más con la percepción que hoy en día la sociedad tiene de los bancos: 'La moneda' o 'La hucha'. Pero 'La Vela' convenció a los directivos del banco para trasmitir los principios de sostenibilidad y trabajo en equipo.
El flamante edificio del complejo que ultima BBVA se convirtió en protagonista inesperado el pasado verano. La torre sufrió un aparatoso incendio por causas fortuitas, si bien el incidente quedó en anécdota tras sofocarse las llamas en apenas unas horas.
UNA INVERSIÓN PREVISTA DE UNOS 900 MILLONES.
La inversión prevista para desarrollar el proyecto de la nueva sede asciende a 900 millones de euros. Además de 'La Vela', la ciudad incluye otros siete edificios que llevarán el nombre de los continentes. Hasta hora están en pleno funcionamiento 'Asia' y 'Oceanía', en los que se puede comprobar que la insonorización frente al exterior (a través de una doble capa de dos cristales separados por gas argón) será la nueva forma de trabajar en el banco presidido por González.
La nueve sede corporativa del 'banco azul' también hace de la luz natural una de sus nuevas señas de identidad. Amplios ventanales que llenan de luminosidad el complejo y que tiene su punto álgido en una de las salas 'estrella' de la ciudad BBVA: la Sala de Tesorería. En este edificio se gestan varios de los eslabones de la llamada cadena de valor, esto es, estructuración, 'trading' y ventas de productos financieros, separados por 'murallas chinas' (barreras de comunicación) de la originación de bonos y equity, Research y operaciones post venta.