Se trata del Ibex 35 apalancado neto X10 y del Ibex 35 Inverso X10. El primero ofrece una exposición de diez veces a la revalorización del índice Ibex 35 con dividendos netos, mediante un capital inicial más un préstamo de cuantía equivalente.
De este modo, una rentabilidad positiva del Ibex 35 con dividendos netos devuelve una rentabilidad también positiva, pero multiplicada por diez para el Ibex 35 apalancado neto X10 y viceversa, siempre que se refiera a una base de cálculo diaria.
Por su parte, el Ibex 35 Inverso X10 ofrece una revalorización de diez veces la del Ibex 35 con dividendos (brutos) en sentido inverso, es decir, una rentabilidad negativa del Ibex 35 con dividendos (brutos), devolvería una rentabilidad positiva multiplicada por diez para el Ibex 35 Inverso X10 y viceversa, siempre que se refiera a una base de cálculo diaria.
Según ha explicado BME, estos nuevos índices nacen con la finalidad de servir de subyacente de productos financieros como warrants, certificados o Fondos Cotizados (ETFs). A través de estos instrumentos se ofrece al inversor un amplio rango de estrategias de inversión.