Así, el índice de referencia de la bolsa española, el Ibex-35, ganó 6 puntos, el 0,06 por ciento, hasta 9.714,40 puntos. En la semana sube el 2,05 por ciento, mientras que las ganancias anuales aumentan hasta el 5,64 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,402 dólares, Milán cayó el 0,98 por ciento; Fráncfort, el 0,74 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,52 por ciento; Londres, el 0,45 por ciento, y París, el 0,26 por ciento.
La bolsa española comenzó la sesión con pérdidas moderadas, alrededor del 0,5 por ciento, que la arrastraban hasta el nivel de 9.650 puntos.
El mercado seguía la tendencia de las plazas europeas e ignoraba la subida del 0,4 por ciento de Wall Street en la sesión anterior y el alza de la producción industrial y de las ventas minoristas en China el mes pasado.
La bolsa no rentabilizó la continua caída matinal del precio del petróleo -al comienzo de la tarde el barril se situaba en 70 dólares-, que se producía tras conocerse que el cartel petrolero OPEP calculaba que la demanda de crudo caerá el 1,89 por ciento este año, al tiempo que la cotización del euro se depreciaba de 1,41 a 1,395 dólares.
El mercado copiaba la evolución de los futuros estadounidenses y luego a Wall Street, por lo que tan pronto registraba pequeñas ganancias como las consumía y volvía a marcar pérdidas. El tope superior se situaba en 9.740 puntos y el inferior en 9.680.
Antes de la apertura, se publicó la revisión del cuadro macroeconómico español: el PIB caerá este año el 3,6 por ciento y el paro subirá al 17,9 por ciento, al tiempo que aumentan los impuestos sobre tabacos y carburantes.
Con el telón de fondo de la reunión de los responsables de finanzas del G-8 y con el alza del 1,3 por ciento de los precios de importación estadounidenses en mayo, Wall Street abría con pequeñas pérdidas.
La mejora de la confianza de los consumidores estadounidenses en junio, según datos adelantados, no conseguía sacar a Wall Street de las pérdidas, pero contribuía a reducirlas y a que el mercado español escapara de la quema, en la que se consumieron las plazas europeas.
Excepto Repsol, que bajó el 0,9 por ciento, el resto de los grandes valores subieron: BBVA, el 1,03 por ciento; Banco Santander, el 0,5 por ciento; Telefónica, el 0,45 por ciento, e Iberdrola, el 0,25 por ciento.
La mayor subida del Ibex correspondió a Técnicas Reunidas, el 2,56 por ciento, seguida de OHL, que avanzó el 1,73 por ciento, en tanto que Indra subió el 1,45 por ciento, y Endesa, el 1,39 por ciento.
Iberdrola Renovables encabezó las pérdidas del Ibex con un retroceso del 2,97 por ciento después de ser objeto de un informe negativo de una firma de inversión, mientras que ArcelorMittal bajó el 2,94 por ciento y Sacyr el 2,68 por ciento.
En el mercado continuo destacó el avance de Iberpapel, el 14,94 por ciento, mientras que Testa Inmobiliaria comandó las pérdidas con una bajada del 7,03 por ciento.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba cinco centésimas y se situaba en el 4,36 por ciento, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 2.047 millones de euros, de los que algo menos de 500 millones correspondieron a operaciones efectuadas por inversores institucionales.