Borrell, que pronunció una conferencia titulada 'La crisis como motor de la transformación europea', organizada por la Fundación Ramón Areces y el Centro de Estudios Europeos IE Business School, señaló que si bien la zona euro ha superado "la fase aguda" de su crisis, ahora ha entrado en una "crisis crónica y duradera de débil crecimiento, paro y recesión" en los países del Sur y "altos riesgos de fractura social".
Aún así, según Borrell, la crisis ha hecho progresar a la integración europea en los últimos dos años más que en los diez anteriores. "La crisis ha cambiado profundamente la teoría, la practica, la percepción social e incluso los 'leit motivs' de la Europa unida, además de afectar a su papel geopolítico", añadió.
Asimismo, dijo que los cambios en la política económica y sus instrumentos han sido "dramáticos", pero apostó por seguir profundizando en la integración de la zona euro para construir una "verdadera" unión económica y monetaria, con el fin de evitar nuevos desequilibrios y, sobre todo, para sacar a los países periféricos "de la espiral recesiva en la que han entrado".
En este sentido, Borrell propuso que los cambios se articulen en torno a tres ejes: una unión bancaria para corregir la "peligrosa fragmentación financiera" de la zona euro, un nuevo sistema de reglas para evitar otro "derrapaje fiscal a la griega" y una verdadera política europea de crecimiento "porque la austeridad sin crecimiento lleva directamente contra la pared".