Las ocho mayores entidades británicas serán sometidas a pruebas de resistencia por el Banco de Inglaterra

EUROPA PRESS 29/04/2014 16:35

En concreto, HSBC, Barclays, Lloyds Banking Group, Royal Bank of Scotland (RBS), Standard Chartered, Co-op Bank y la filial británica del Santander serán los siete bancos examinados por la institución presidida por Mark Carney, a los que se sumará la sociedad de crédito inmobiliario Nationwide.

"Los test de estrés de Reino Unido se llevarán a cabo a la par que las pruebas de esfuerzo que desarrollará la Autoridad Bancaria Europea (EBA)", dijo el Banco de Inglaterra, que "añadirá una serie de capas adicionales a las pruebas de la EBA para explorar las vulnerabilidades particulares del sistema financiero británico".

En este sentido, el instituto emisor británico informó de que publicará los resultados de sus pruebas de esfuerzo antes de finales del presente año.

"La variante británica de los escenarios de estrés no representa una previsión ni una expectativa por parte del Banco de Inglaterra, sino que es una escenario coherente de riesgos diseñado para valorar la resistencia de los bancos de Reino Unido y sociedades inmobiliarias a una severa crisis inmobiliaria y una fuerte subida de los tipos de interés", añadió la institución.

La dureza extrema del escenario adverso para los ejercicios 2014-2016 diseñado por el Banco de Inglaterra queda patente en que con una caída del 35% del mercado inmobiliario como la prevista los precios de la vivienda regresarían a los niveles de 2002. De hecho, en la reciente crisis económica el precio de la vivienda en Reino Unido sólo ha llegado a bajar un 20%.

Asimismo, una subida de la tasa de paro de Reino Unido hasta el 12% contemplado en el peor escenario previsto por el Banco de Inglaterra supondría revivir la situación del mercado laboral británico a principios de los 80.

"Mucho se ha logrado en los últimos años para poner al sistema bancario de Reino Unido sobre una base más sólida para que pueda apoyar la recuperación del país", indicó el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.