El director general de Caixa Laietana entre 1976 y el 2008, Pere Antoni de Dòria, ha acusado este martes a Bankia --en la que está integrada la entidad-- de "falta de sensibilidad" en la gestión de los afectados por preferentes y deuda subordinada emitidas por la caja, y ha evitado asumir personalmente responsabilidades al respecto.
Así se ha pronunciado sobre el canje de estos productos híbridos por acciones de Bankia, que llevaron a los afectados a perder los fondos invertidos, durante la comisión de investigación del Parlamento de Cataluña sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores.
"Esto no ha ido nada bien: se hizo con una intención, y luego ha ido como ha ido", ha afirmado el exdirectivo y, preguntado por los culpables, se ha limitado a expresar tristeza por los afectados, sobre todo en el Maresme --la caja tenía sede en Mataró (Barcelona)--.
Así, ha reiterado en diversas ocasiones que nadie podía prever el estallido de la burbuja inmobiliaria y la llegada de la crisis, y que de haber frenado la expansión y puesto coto a los créditos en 2002, le habrían tildado de loco "y no habría llegado a 2008" como directivo.
ENRIQUECIMIENTO.
El diputado de ICV-EUiA Josep Vendrell ha acusado al exdirectivo de haber influido para que sus familiares se pudiesen desprender de un millón de euros en participaciones preferentes y deuda subordinada "mientras 15.000 personas estaban atrapadas", y ha anunciado que llevará esta información a la Fiscalía para que examine si hay responsabilidades penales.
"Se lo vendió todo antes de 2011" de forma previa al canje por acciones de Bankia en el primer trimestre de 2012, ha añadido el diputado, quien ha sostenido que Dòria y su familia se enriquecieron a costa de Caixa Laietana.
El exdirectivo ha asegurado que todo ello es "un disparate" y que no tenía ninguna información privilegiada, y ha precisado que el único familiar que vendió las preferentes tras su jubilación de la caja fue su mujer.
Dòria también se ha referido al volumen de trabajo de la entidad para justificar que sus hijos llegaran a facturar un millón de euros por servicios jurídicos a la caja, cuando ésta, como ha señalado Vendrell, ya disponía de este tipo de profesionales.
Tanto el representante de ICV-EUiA como el de la CUP, David Fernández, han afeado a Dòria haber gastado 15.000 euros en un busto suyo para el consejo de administración y cobrar una pensión de 420.000 euros anuales de una caja nacionalizada --en su momento cobraba 600.000 euros sin la parte variable--, "más que el presidente de España", según ha criticado Vendrell.