La Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa), participada por la SEPI (79,18%) y Altadis (20,82%), registró unas pérdidas netas de 5,7 millones de euros en 2010, frente al beneficio de 2,9 millones de euros del año anterior, debido al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado por la empresa, que tuvo un coste de 13,9 millones de euros.
El plan de ajuste aprobado en Cetarsa incluía el cierre de la planta ubicada en Coria (Cáceres) y un ERE de extinción que afectó a 108 trabajadores.
Según recoge el informe anual de SEPI, descontando el efecto del ERE, Cetarsa obtuvo un incremento del beneficio de explotación de 1,5 millones de euros sobre el resultado de 2009.
Este crecimiento se explica, según el holding público, por el aumento del 14% en las ventas de tabaco y subproductos, hasta 47,9 millones de euros, por la mayor eficiencia del proceso productivo de la empresa y por la implantación de un 'plan de acción inmediata' que supuso una "importante contención de los costes fijos".
A los mayores ingresos contribuyó, entre otros factores, una mejor comercialización, que propició una subida del precio medio de venta del 12%.
En ello incidió además la consolidación del panel de clientes estables, integrado por Imperial Tobacco, propietario de Altadis (55% de las ventas), Philip Morris (16,3%) y Japan Tobacco International, con el que se comenzó la comercialización sin intermediarios.
La producción de tabaco en España aumentó desde las 35.000 toneladas de la campaña 2009 a aproximadamente 38.500 toneladas el pasado año. De esta producción, Cetarsa contrató 27.290 toneladas, un 8,1% más, lo que representa una cuota de mercado del 71%.