"Las OMT no son sólo palabras, el BCE está completamente preparado para usarlas, pero incluso si algún miembro de la eurozona cumple con las condiciones, no existen automatismos para su activación", destacó el banquero galo en un discurso pronunciado en Berlín.
En este sentido, Coeuré subrayó que el único criterio manejado por el Consejo de Gobierno del BCE es el mantenimiento de la estabilidad de precios en la eurozona, que ha sido fundamental en el diseño del propio programa OMT y en función del cual se decidirá sobre su potencial activación.
Así, el banquero galo destacó que desde el anuncio hace un año de esta nueva herramienta del BCE, las condiciones en los mercados financieros europeos han mejorado significativamente y se ha reducido en parte la fragmentación existente y eliminado el riesgo de ruptura de la eurozona.
Por otro lado, Coeuré defendió que la mejoría de las condiciones económicas y financieras al calor de las OMT no ha servido para desincentivar la voluntad reformadora de los gobiernos, puesto que la potencial activación del programa está vinculada a una serie de condiciones.
"La condicionalidad suprime el privilegio de los gobiernos de elegir entre ajustes económicos y la intervención del banco central (...) Si no hay reformas, no hay OMT", concluyó el banquero.