La firma se ha puesto ya en contacto con Alpine, de la que sólo le interesan las actividades que desarrolla en el mercado austriaco directamente relacionadas con el sector de la construcción.
"Porr está preparada para tomar el negocio de Apine en Austria. Esto afectaría no sólo a los proyectos, sino también a los empleados", indicó al rotativo el consejero delegado de la firma, Karl-Heinz Strauss.
La compañía rechaza no obstantante hacerse con las filiales que la sociedad del grupo FCC tiene en otros países, ni con proyectos en el exterior, ni tampoco con otros negocios que no forman parte de su división principal, como son las renovables.
De su lado, Strabag, otra de las principales compañías constructoras del país, rechazó adquirir negocio alguno de la firma en concurso por cuestiones de competencia, según informa Reuters.
Por su parte, el Gobierno austriaco asegura no tener aún claro qué parte de las garantías por valor de 150 millones de euros que concedió a Alpine en su última refinanciación de deuda serán finalmente utilizadas por la empresa.
La firma de servicios financieros austriaca KSV considera que Alpine suma unos 8.000 acreedores, según informa en su página de internet. Entre los financieros figuran Bank Austria y Erste Group.
Alpine ha solicitado concurso vonluntario de acreedores en Austria con una deuda financiera de 625 millones tras "evidenciar la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones", pese a lograr el pasado mes de abril un acuerdo de refinanciación de deuda.
Se trata del mayor caso de insolvencia del país centroeuropeo en al menos sesenta años. El proceso provocará que FCC registre un impacto negativo de 289 millones en sus cuentas de 2013.