Cuesta encontrar números gratuitos de atención al cliente en los productos

EUROPA PRESS 05/08/2011 14:28

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado la dificultad de encontrar números gratuitos de atención al cliente en los productos, que "a veces, las marcas no disponen de un teléfono, por lo que la única manera de contactar con ellas es mediante un correo electrónico, y que los fabricantes no están obligados a poner a disposición de sus clientes un número de atención telefónica".

Según informa la organización, "hay que prestar atención a las tres primeras cifras del número" y precisa que si empieza por 900 es un número gratuito; que el coste es compartido si el inicio es un 901 y que el cliente "llamará lo mismo que en una llamada local, sin importar dónde esté ubicado el servicio de atención telefónica"; y que el coste es reducido si el número empieza por 902, ya que "el cliente pagará lo mismo que en una llamada nacional, aunque no está incluido en ninguna tarifa".

Además, aconseja a los consumidores que busquen en la web de la marca en el caso de que no se encuentre ningún número de teléfono ni correo electrónico en la etiqueta del producto y que, en caso de dudas, llamen a la OCU. A su vez, recuerda que lleva años "luchando para que poner a disposición de los clientes un número de atención telefónica se implante como uno de los derechos fundamentales del consumidor".

Por otro lado, apunta que ha llamado a los números de atención al cliente de diversas marcas de alimentación "para ponerlas a prueba y descubrir si pueden resolver algunas de las dudas más frecuentes de los consumidores". "Los resultados generales son poco satisfactorios", ha afirmado. Entre los aspectos examinados, ha destacado cómo es el servicio de atención, las respuestas sobre información nutricional o los ingredientes de los productos.

Así, asegura que "ha comprobado que, en muchos casos, ni tan siquiera el fabricante sabe resolver las dudas que pueden surgir sobre los productos". En este sentido, ejemplifica que los fabricantes "parecen no saber o ignoran" cuánta sal tiene un producto y "en lugar de poner la cantidad de sal, indican la de sodio".

Finalmente, aconseja a los consumidores cómo leer el código de barras de los productos en el caso de que la persona que les atiende se lo pregunte. "Los dos primeros dígitos son un prefijo que identifica el país en el que se ha registrado el fabricante ante el organismo que gestiona los códigos de barras. El código de la empresa son entre cinco y ocho dígitos que identifican a la empresa comercializadora, pero no al fabricante. El código de producto se refiere a su tamaño, envase o nombre y lo asigna el propietario de la marca. El dígito final es el de control para comprobar que no hay un error de impresión", ha concluido.