El periódico alemán señala que los trabajadores podrían estar cooperando con una banca internacional e informa de que han defraudado cientos de millones de euros a las autoridades fiscales alemanas con el comercio de derechos de emisiones contaminantes.
En concreto, ayudaron a numerosas empresas a acceder a devoluciones de impuestos que no les correspondían mediante el denominado "carrusel del IVA", un asunto que ha colocado a la entidad "bajo presión" y que le ha costado ya 300 millones de euros. Aunque de momento son cinco los empleados cesados, la entidad no descarta otras medidas.
Deustche Bank no ha querido dar su opinión al diario sobre esta operación, pero ha recordado que los nuevos consejeros delegados, Jürgen Fitschen y Anshu Jain, ya anunciaron su voluntad de llevar a cabo un "cambio cultural" en el banco, ya que no todo lo que es legal es legítimo y no quieren hacer negocios que puedan afectar a su reputación.
Según el diario, la Fiscalía de Francfort sospecha de que al menos siete trabajadores de los principales bancos de Alemania han participado en este fraude. Además, agrega que algunos de estos empleados ya fueron advertidos en abril de 2010 por estas prácticas.