La díficil tarea de convencer a los trabajadores de jubilarse más tarde

  • El Gobierno quiere premiar con un pago único el restraso de la jubilación, pero expertos y sindicatos rechazan la medida

  • Tan solo un 5% de las personas que se jubilan optan por estos incentivos para retrasar la salida del mercado laboral

Un cheque para animar a los asalariados a seguir trabajando en vez de retirarse cuando les toca. Esa es una de las propuesta del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social para la reforma de las pensiones que negocia con los agentes sociales.

¿Por qué se plantea? Porque aunque la edad legal de jubilación son los 66 años, la media de cuando la gente realmente se jubila son 64 años (y está ahi estancada desde hace tiempo).

  • Esta brecha es un problema para la sostenibilidad del sistema de pensiones, porque los trabajadores dejan antes de cotizar y cobran su pensión durante más años. Traducido: menos ingresos y más gasto.
  • medidas acordadas en el Pacto de Toledo con todos los partidos menos Vox que se abstuvo, figura este punto: tratar de que la edad real de jubilación se acerque cada vez más a la que marca la ley (67 años a partir de 2027).
  • Una forma de conseguirlo es incentivar a más gente para que alargue su vida laboral.

Un cheque de hasta 12.000 euros

En el sistema actual ya hay recompensas por jubilarse más tarde, aunque el 90% de los trabajadores no saben en qué consisten, según una encuesta del propio ministerio. De los más de 303.000 nuevos jubilados en el año 2019, solo 14.600 se habían acogido a los incentivos para ‘demorar del retiro’. No llega al 5% del total.

¿Cómo son los incentivos actuales? La pensión sube entre un 2% y un 4% por cada año que se retrase el retiro. Es decir, una persona con su carrera de cotización completada, que en vez de jubilarse a los 66 años trabaje hasta los 70, vería incrementada su jubilación un 16%.

La novedad que presentó este lunes el ministro José Luis Escrivá radica en la forma de esa recompensa. Suena más tentadora si se ofrece como un pago único el día uno de la jubilación: hasta un máximo de 12.000 euros por cada año adicional de trabajo.

También se plantea la opción de combinar ambas: algo de subida de pensión y dinero contante y sonante el primer año.

Algunos ejemplos:

  • Para una pensión de 15.000 euros anuales, el trabajador podría recibir 6.285 euros adicionales si demora un año el momento de abandonar su vida laboral. Cobraría en total: 21.285 euros su primer año de jubilado. Luego, volvería a los 15.000 euros anuales.
  • Esta cantidad de premio varía en función de la pensión. El caso más elevado es para un trabajador con derecho a una pensión máxima y que haya cotizado más de 44,5 años. En ese caso el incentivo serían 12.000 euros por cada año de más.

“Medida cara y poco efectiva”

"La propuesta de jubilación demorada es carísima, casi sobornando a los trabajadores, en cuyo caso el sistema pierde mucho dinero o si es barata, la gente no se va a sumar", asegura José Antonio Herce, economista, experto en pensiones y socio fundador de la consultora LoRIS.

Este economista, que critica también la falta de información que la Seguridad Social ofrece a los trabajadores a la hora de afrontar la jubilación, considera que la medida no logrará su propósito de retrasar la edad de retiro porque las condiciones laborales pesan más que el incentivo económico.

"La mayoría de los españoles tienen trabajos precarios, que les duelen, en los que ganan poco... Y la pensión a la edad legal es casi tan buena como su salario. Si se jubilan dejan de trabajar ocho, diez o más horas al día. ¿Qué hay que darles para que sigan un año más? ¿12.000 euros a los de la base máxima? ¿Un aumento del 4%? Eso es proporcionado para el esfuerzo contributivo que hacen, pero a lo mejor es insuficiente y el incentivo debería ser mucho más potente para que funcione”, señala.

Por eso cree que si la Seguridad Social logra que el comportamiento de retrasar la jubilación sea masivo "será haciendo un pan con cruasanes". Es decir, pagando a cada trabajador que demore su jubilación bastante, pero mucho más, de lo que se ahorra con su pensión, con lo cual la medida no logrará ayudar a equilibrar las cuentas del sistema de pensiones.

"Hay que ser realistas, hay poca gente que quiera estar activa después de su edad de jubilación. Ya está costando muchísimo que la gente siga activa pasados los 63, 64 años... La prueba está en el perfil de las nuevas altas con la edad de jubilación estancada en los 64 años, en que la Seguridad Social ni siquiera anuncia la posibilidad de demorar la jubilación y la peor prueba de todas: que hace pocos años se ha vuelto a reinstaurar la jubilación obligatoria."

Con esta situación, explica Herce, "mejor que incrementar los incentivos es ir incrementando la edad legal con la esperanza de vida y punto. Y que la jubilación anticipada este hiperpenalizada".

¿Qué opinan los sindicatos?

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, considera que la nueva modalidad de incentivos presentada por el Gobierno para demorar la jubilación es "una cantidad golosa" que requiere un debate en profundidad.

Los sindicatos han criticado que algunas de las medidas presentadas este lunes no hubieran pasado por la mesa del diálogo social. Pero han sido especialmente duros con la propuesta de endurecer las penalizaciones para las personas que se jubilen anticipadamente.

  • Esta es la otra pata del sistema que también quiere cambiar el ministro Escrivá. Es otra manera de tratar de conseguir cerrar la brecha entre edad real con edad legal de jubilación (los 64 y 66 años).
  • Pepe Álvarez, ha tachado de "frivolidad" la propuesta sobre extender la edad de jubilación, ya que “no es lo mismo un trabajador de la construcción que un médico, ni un arquitecto que un trabajador del campo".
  • el 85% de las personas que se acogieron a esta modalidad en 2019 estaban en el desempleo. "No optan a una jubilación anticipada voluntaria, optan a la anticipada sencillamente porque no tienen empleo".
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