Tras el cambio en la propiedad del banco, se ha producido la dimisión de los anteriores miembros del consejo de BFA. En concreto, el número de integrantes del órgano se reduce de 19 a 5, en línea con el plan de racionalización anunciado el pasado 7 de junio por el presidente del Grupo BFA-Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
Los dimitidos son Francisco Baquero, Pedro Bedia Pérez, Luis Blasco Bosqued, Rafael Ferrando Giner, José Rafael García-Fuster, Jorge Gómez Moreno, Agustín González González, Mercedes de la Merced Monge, Jesús Pedroche Nieto, Remigio Pellicer Segarra, José María de la Riva Ámez, Estanislao Rodríguez-Ponga, Mercedes Rojo Izquierdo, Ricardo Romero de Tejada y Picatoste, Juan Manuel Suárez del Toro, Antonio Tirado Jiménez y Ángel Villanueva Pareja. También ha abandonado su cargo el vicepresidente, Francisco Pons.
Además del propio Goirigolzarri, formarán parte del consejo de administración de BFA José Sevilla, Antonio Ortega, Alfredo Lafita y Joaquim Saurina.
El grupo BFA reformuló sus cuentas el pasado mes de mayo y declaró un beneficio atribuible con 3.318 millones en pérdidas, frente al beneficio neto consolidado de 40,9 millones que publicó un mes antes.
BFA-Bankia arroja una valoración negativa de 13.635 millones de euros según las conclusiones de los valoradores independientes designados -HSBC, Credit Agricole y Rotschild-. Así, la valoración del grupo es más negativa de lo esperado.
Así pues el Estado contará con el 100% de BFA y que supondrá el 45% de Bankia. Además, las siete cajas que dieron fruto al grupo -Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja- se quedan sin patrimonio en la entidad, aunque mantendrán como activos los correspondientes a su obra social.