El cambio de dirección en GM retrasa la entrega de documentos para la salida a la bolsa

AGENCIA EFE 13/08/2010 05:46

Ayer, la compañía anunció de forma inesperada que Ed Whitacre dejará el puesto de consejero delegado el próximo 1 de septiembre y que a finales de año renunciará también al de presidente del consejo de administración.

Dan Akerson, un directivo que procede del mundo de las telecomunicaciones y que es socio en la poderosa firma de inversiones Grupo Carlyle, se hará cargo de ambos puestos.

Hoy la Casa Blanca alabó tanto a Akerson como Whitacre.

Durante una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que el próximo dirigente de GM es un respetado directivo capaz de continuar el trabajo de recuperación iniciado por Ed Whitacre.

Desde que llegó al fabricante el 10 de julio del 2009 con el beneplácito del Gobierno estadounidense, Whitacre ha insistido que uno de sus objetivos es que la empresa cotice en bolsa lo antes posible.

GM planea volver a cotizar en bolsa tras ganar casi 2.200 millones de dólares durante el primer semestre del 2010. Las ganancias del fabricante sólo en el segundo trimestre sumaron 1.330 millones de dólares.

El relevo en la dirección de GM está detrás del retraso en la presentación ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) de los documentos necesarios para que el fabricante de automóviles vuelva a cotizar en bolsa.

La empresa había dejado de cotizar en bolsa a mediados del año pasado ante su dramática situación económica y que provocó que se declarara en quiebra durante 40 días.

El 10 de julio del 2009, GM reanudó sus actividades con normalidad tras recibir unos 60.000 millones de dólares de las autoridades de EE.UU. y Canadá, lo que convirtió a Washington en el accionista mayoritario de la empresa con un 61% del capital.

GM no realizó comentarios sobre el retraso pero, según medios de comunicación locales, el fabricante entregará los documentos a principios de la semana que viene.

La SEC necesitará entre 60 y 90 días para procesar la solicitud, por lo que el símbolo de GM podría estar de vuelta en Wall Street antes de que acabe el año, lo que siempre había sido el plan de Whitacre.

Whitacre ha señalado que espera que la vuelta a bolsa de GM sea una de las mayores, sino la mayor, de la historia del país. Los analistas han señalado que podría tener un valor de unos 16.000 millones de dólares, lo que le colocaría justo por debajo de la de Visa en el 2008, cuando consiguió 19.700 millones de dólares.

También hoy se supo que el senador republicano Charles Grassley solicitó que el Departamento del Tesoro de EE.UU. explique cuánto dinero recuperará con la salida la bolsa del fabricante.

Grassley señaló en una carta enviada a la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, que quiere estar seguro que el Tesoro se asegura que la salida a bolsa de GM "produce el mejor resultado posible para el contribuyente estadounidense".

"En el interés de la transparencia y responsabilidad es esencial que el contribuyente estadounidense sepa si están obteniendo un buen precio con la salida a bolsa de GM y cuál será la posible pérdida financiera", añadió Grassley.

En este sentido, Gibbs dijo que el Gobierno estadounidense está convencido de que recuperará el dinero invertido en GM, pero que la Administración Obama no hará comentarios sobre los planes de GM para salir a la bolsa.

El periódico Detroit News dijo hoy que los documentos que GM presentará detallan los riesgos a inversores y cuántas acciones planean vender los actuales accionistas de la empresa.

El rotativo también dijo que los ejecutivos de GM protagonizarán durante las próximas semanas una campaña para promover la empresa entre posibles accionistas.

También hoy, el ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, dijo que confía que las acciones de GM coticen en el principal mercado del país, Toronto, cuando la compañía salga a la bolsa.

Las autoridades canadienses cuentan con un 12,5% del accionariado de GM, tras inyectar 10.000 millones de dólares en la empresa, que tiene varias plantas de montaje de automóviles en el país.

Flaherty dijo que la presencia de GM en el mercado de Toronto es una "expectativa razonable del pueblo canadiense, ya que somos uno de los mayores accionistas de la compañía. Me parece razonable y apropiado que esté en la Bolsa de Toronto", afirmó.