"La economía alemana ganó ímpetu a finales de 2014 y la situación se estabilizó", señala la oficina estadística, que explica que el crecimiento de la economía alemana entre octubre y diciembre se debió a la demanda interna, que se vio impulsada por el consumo de los hogares.
También fue resultado del comportamiento positivo de la inversión en maquinaria y equipo, especialmente en construcción, y de las exportaciones de bienes y servicios, que aumentaron "considerablemente".
En el conjunto del año 2014, la economía alemana creció un 1,6%, frente al leve avance del 0,2% que registró en 2013.
En tasa interanual, el PIB alemán aumentó un 1,6% en el cuarto trimestre del año pasado, cuatro décimas más que en el tercer trimestre y seis décimas por encima de la tasa interanual del segundo trimestre.